Mi Seductora Venganza © |MSV#1|

11.- (Final)

El resto del camino al departamento de Florian, por alguna razón, alfa y omega no eran capaces de separarse.

En el sentido de que, no hablaban mucho, pero la mano de Athan siempre estuvo arriba de la de Florian, incluso cuando el alfa hacía cambios de velocidades, siempre era quién los maneobraba, pero la mano de Florian era la que tocaba la palanca.

Cuando finalmente llegaron al edificio en el que Florian debía separarse de nuevo de Athan, ambos bajaron al mismo tiempo, era como si, tuvieran qué despedirse bien, no sabían si alguna vez se verían de nuevo.

-Gracias por el viaje- dijo el omega, los dos cerca de un gran charco de agua en la calle.

-No tienes nada qué agradecer- respondió más sereno -entonces... Me preguntaba si, quisieras ir conmigo alguno de estos días a tomar algo, ya sabes, como amigos.

Claro que, Athan no iba a desaprovechar la oportunidad.

En el momento que el joven de veintinco abrió su boca para responder, un conductor malvado y sádico, pasó tan rápido en su camioneta por el charco, que terminó empapando a ambos.

Soltaron un grito ahogado al sentir el agua helada sobre sus cuerpos.

-¡Está fría!- dijo el omega sintiendo su camisa pegarse a su cuerpo, sus brazos automáticamente cubriéndose a si mismo -estúpidos conductores.

Varios suspiros de frío salieron de sus bocas, dónde al final terminaron por reír, bromeando sobre lo que les habían hecho.

-Mejor voy a casa antes de resfriarme- informó el pelinegro.

Y ahora, claro que Florian no iba a desaprovechar la oportunidad de hablar con el alfa.

-Para cuando llegues ya estarás estornudando más de tres veces seguidas- lo interrumpió el omega -puedes subir... Si así prefieres, tengo ropa que puede quedarte mientras secamos la tuya.

Athan lo miró dudoso, Florian aplastó sus labios en duda. Un momento de tensión.

...

La puerta del departamento de Florian fue abierta por él mismo, dejando entrar a ambos adultos en él, sus cuerpos entumecidos por el agua aún, y su confianza se habría recobrado.

Era tan raro e irónico saber que, cuando se encontraron todo era incomodidad, pero en cuestión de poco tiempo, parecían ser los mismos de antes, era como si, de alguna manera ellos tuvieran esa facilidad para volver al otro.

Y eso no les molestaba en lo absoluto, en esos momentos, podrían incluso fingir que nada sucedió. Sin embargo, no es así, sabían que aún estaba ahí una herida sin tratar.

-Gunner dejaba mucha ropa cuando venía a dormir aquí, seguramente eso te quedará- pronunció el omega, corriendo por las mil y un pijamas que el platinado había dejado en sus visitas -ponte cómodo.

-Hablas de dormir, "dormir"- preguntó el alfa de manera curiosa.

Asintió riendo. -Claro, ¿De qué otra cosa podría ser?

Athan se sentó sobre una silla en la mesa de barra, dejando sus pertenencias en dicha mesa, y cuando el castaño volvió con la ropa, se quedó bastante impactado por ver un conjunto erótico debajo de la camisa, el cual se podía notar por lo pegada y mojada que se hallaba.

Pasó saliva nerviosamente, preguntándose tantas cosas. Entonces, el traje de lencería con el que tanto soñó verlo, él lo tenía puesto, solo que, no para el disfrute de Athan.

Y es que, no podía dejar de imaginarse cómo se veía Florian debajo de su camisa y pantalones, pero quería descubrirlo, siempre quiso verlo de esa manera.