Volvimos al juego [MMAG 2]

[14] Panqueques

Vanessa y Brooke decidieron preparar panqueques esa mañana. A la pelirroja se le daba muy bien cocinar, mientras que a su amiga la tenía más de asistente.

Casi todos estaban despiertos a esas horas de la mañana, excepto Kyle, quien recién se fue a dormir. Había un montón de movimiento en la primera planta, de hecho, Teddy y Cory estaban teniendo una guerra de almohadas en la mitad del salón.

—Si me llega una almohada voladora les daré una paliza a ambos —comentó Darren mientras leía en una esquina.

Heather se acercó tímidamente a las otras dos chicas mientras reían e intentaban que los panqueques no quedaran deformes.

—¿Necesitan ayuda? —preguntó.

La rubia no la quería cerca de sus panqueques, ya le quitó a Teddy. Tal vez vino solo para ejecutar un plan elaborado para quitarle a todos sus amigos... o estaba siendo paranoica.

—Bueno... si puedes lograr que queden redondos los panqueques —respondió la pelirroja dejándole un espacio frente al mesón.

—No se preocupen soy experta en esto —dijo ella con una sonrisa.

En menos de un segundo logró sacar de la sartén un panqueque dorado y con bordes perfectos, parecía de comercial. Ambas chicas quedaron boquiabiertas al ver todos sus intentos fallidos.

—Fue suerte —comentó Brooke mientras le quitaba la sartén a Heather.

Volvió a colocar masa con la esperanza de que le quedaran igual de perfectos que los de la otra chica. Sin embargo, se le quedó pegada la masa a la sartén y se le quemaron los bordes. Cory se asomo por el hombro de la chica y se burló de su intento fallido.

—Brooke, recuérdame nunca pedirte que me cocines, a menos que quiera intoxicarme —dijo entre carcajadas.

—Hazlo tu —respondió refunfuñando.

—Un placer de mostrarte mis talentos cariño, siempre le hago panqueques a Nolan.

Brooke se sentó molesta junto a Darren, quien seguía mirando fijamente el periódico. No se habían dirigido la palabra desde su encuentro en el baño.

—¿Todo bien con Linda? —preguntó ella.

—Si, ya no está molesta —contestó en un tono medio seco.

El castaño seguía sin apartar la vista de las hojas del diario, ni siquiera lo estaba leyendo en ese momento, solo lo usaba como excusa para no mirar a Brooke.

Su novia quedó embriagada de celos cuando le contó lo que sucedió en el bosque. A pesar de que explicó innumerables veces que el beso fue corto, simple e insignificante, Linda no sentía que él estaba siendo sincero.

Brooke acercó su silla hacia el chico y puso su cabeza entremedio de sus brazos con el periódico en manos.

—¿Estas enojado conmigo? —preguntó en voz baja.

—No.

—Entonces, ¿Hice algo ebria? —volvió a interrogar en el mismo tono de voz— porque ayer me hiciste sentir que tenía algo que ver con tu pelea con Linda.