[9] Conexión inigualable

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N/A: antes que nada quiero disculparme por mi ausencia y si les interesa, dejaré abajo la razón.

Brooke abrió sus ojos sintiéndose completamente desorientada. La luz del sol le molestaba demasiado en la vista y su cabeza palpitaba al igual que un corazón acelerado.

Su aliento era asqueroso y al intentar levantarse de la cama con cuidado pisó un pote con algo de vómito. Sacudió su pie y fue saltando en un pie hasta el baño.

Se sentó sobre la tapa del inodoro apoyando su frente en el lavamanos, estaba bastante frío. Sintió pisadas muy ruidosas seguidas a golpes en la puerta del baño.

—Brooke abre la puerta —exigió Vanessa preocupada.

—Creo que ni la cerré —contestó ella débilmente.

La pelirroja ingresó a la habitación encontrándose con su amiga hecha pedazos. Cerró la puerta despacio y se puso frente a ella.

—Espero que esto te sirva de experiencia niña —bromeó con una sonrisa— te traeré una aspirina.

—Gracias Vane, pero creo que debería tomar una ducha.

—Definitivamente y lavarte los dientes, pero no te puedes ni parar. Eso si, te voy a lavar ese pie enseguida.

Estiró la pierna de su amiga y la acercó a la bañera. Ahí tomando el rociador le quitó los pedazos de vómito de su piel con la mano. Después de la noche anterior ya había perdido su asco con la rubia.

—No sabes cuanto agradezco lo que estas haciendo —dijo Brooke.

—De nada, pero también deberías agradecerle a Darren y a Teddy.

Al escuchar el último nombre la chica de sorprendió, ¿Qué hacía él ahí con ella? ¿Acaso le pidió que la acompañara? Sintió vergüenza y frustración al no poder recordar con claridad la noche anterior.

—Iré por la aspirina y jugo de naranja, no mueras —dijo la pelirroja antes de salir del baño.

Brooke se quedó quieta y pensativa. Primero intentó buscar en su memoria algún recuerdo de los dos chicos junto a ella en la noche. Aún así se rindió y terminó concentrándose en otra cosa que no fuese su malestar.

Volvió a abrirse la puerta, era Darren, quién con su melena desordenada daba a entender que a penas despertó fue a ver a la chica. Su cara de preocupación era bastante grande y verla así le causaba pena.

—¿Cómo te sientes? —preguntó en un tono suave y sereno para los oídos de la rubia.

—Horrible —respondió poniendo su mano en la frente.

Se quedaron en silencio, él recordaba la situación de anoche, mientras ella tenía una enorme laguna mental. Todavía le daba vueltas al asunto de Teddy y tenía miedo de lo que pudo haber dicho en ese estado.

—Darren —murmuró— no quiero saber que hice ayer, ¿Okay? Tal vez me porté relativamente bien, pero en caso de, no me digas nada.

—Será un secreto —contestó con una sonrisa.

En sus pensamientos todavía recordaba el comportamiento de Brooke en el bosque. Aunque terminó justificándolo por su pésimo estado de ebriedad.

Vanessa volvió a entrar al baño con las cosas que prometió traer. La rubia bebió sin ganas el jugo de naranja y tragó la aspirina, esperaba una mejora inmediata, pero no funcionaba así.

—He escuchado que hacer deporte con resaca ayuda —comentó Darren.

—Si, pero se va a deshidratar más —le recordó la pelirroja— en especial con el tremendo sol que hay afuera.

—Creo que iré a la cama otra vez —dijo Brooke.

No se sentía para nada bien, además de que planeaba esconderse en su habitación antes de encontrarse con Teddy. Ni quería pensar en qué pudo haber dicho o hecho en aquel estado.

[...]

Ya era la tarde cuando nuevamente la mayoría del grupo estaba en la playa del lago. Brooke por su parte se encontraba recién despertando de una larga, pero reparadora siesta.

Por primera vez en el día sentía a su cuerpo con energía y los dolores estaban desaparecidos. Se puso animada un traje de baño y algo encima para unirse con el resto. Aún así su sonrisa se desvaneció al bajar las escaleras y encontrarse con Teddy leyendo en la sala de estar.

—Despertaste —dijo él todavía con la mirada fija en su libro.

—No sabía que te gustaba leer clásicos —comentó ella al ver que traía en sus manos "El viejo y el mar" de Hemingway.

—Es un nuevo hábito, además, estaba haciendo tiempo —respondió con una sonrisa.

Brooke temió de que le contara alguna locura que cometió ayer y comenzó a imaginar diferentes escenarios. En uno le decía que lo amaba y comenzaba a lanzarse sobre el chico para que la besara. Mientras que en otro se desnudaba frente a él con música de cabaret de fondo.

—¿Estás bien? —preguntó él al ver su expresión.

—No. ¿Por qué me estás esperando?

—La verdad... no lo sé, simplemente tuve la necesidad de hablar.

—No quiero hablar —respondió caminando hacia la puerta.

—Espera... por favor —musitó antes de que saliera de la cabaña. Ella se detuvo en seco, en el fondo igual quería escuchar lo que fuese a decir.

—Te doy unos minutos —contestó cruzando sus brazos.

Teddy suspiró e intentó ordenar todo lo que quería decir rápidamente para ser preciso. Además no quería que sus palabras no se entendieran o la dejaran confusa.

—Se que este tema ya lo hablamos ayer, pero cuando te cuidé en la noche me di cuenta de otra cosa.

El corazón de la rubia se aceleró al escuchar aquello y en su cabeza pensó en millones de escenas distintas para lo que iba a decir.

—Tu y yo teníamos un vínculo inigualable —continuó— se que tu también extrañas sentir eso que sucedía al estar juntos, porque nadie más me ha provocado eso y es probable que te haya sucedido lo mismo.

—Tienes razón —admitió— pero tu estas en una relación...

—No digo que seamos novios, solo que te extraño demasiado. Esa conexión que tenemos es especial y de verdad la necesito de vuelta. Así que por favor te pido que ahora en vez de ir a la playa con todos, nosotros dos vaguemos hacia donde quiera la vida. ¿Qué te parece?

La chica se quedó pensando un cierto rato, miró a sus espaldas la playa con todo el grupo haciendo diversas actividades. Luego dirigió su mirada hacia los penetrantes ojos azules de Teddy que brillaban esperanzados, no pudo negarse.

—Escuché que hay una feria con juegos mecánicos en el centro del pueblo —comentó Brooke con una sonrisa tímida.

—Entonces vayamos a ver que hay —contestó emocionado tomando las llaves de su auto.

Ambos salieron de la cabaña, se subieron al automóvil y partieron hacia aquel lugar. Bailaban alegremente con la música que sonaba en la radio, pero en el fondo ambos estaban un poco preocupados sobre cómo irían las cosas en el momento.

N/A: ¿Creen que esto terminará en una cita?

Bueno, quiero volver a disculparme por dejarlos sin capítulos por tanto tiempo. Me excedí. Aún así, quiero explicarles que estos meses han sido un poco complicados para mi, ya que descuidé gravemente mi salud mental y me diagnosticaron una enfermedad que ya estoy tratando. No quiero utilizar aquello como excusa, pero lamentablemente es la razón de que no haya tenido la concentración o energía para escribir. De todas formas quiero compensarles eso e intentar subir 1 capítulo por semana. Los quiero❤️

Volvimos al juego [MMAG 2]Where stories live. Discover now