Volvimos al juego [MMAG 2]

[3] Luz lunar y humo

En el primer piso los chicos estaban repartidos por toda la planta. Se escuchó entre las voces unos pasos hacía la puerta y seguido, varios golpes. Teddy fue corriendo hacia ella para abrirla, no era nadie menos que Darren.

Su cabello castaño estaba más largo, dejando que se formaran pequeños rizos. Además de que notó que tenía un tatuaje por todo el brazo derecho de unas extrañas figuras.

—No lo puedo creer, ¿Qué hiciste con mi amigo? —preguntó Teddy tapándose la boca, por más de lo que dijese en broma estaba sorprendido.

—Calla y ven aquí.

Se dieron el abrazo más largo de la vida, ahí también se percató de que Darren estaba mucho más musculoso de lo que recordaba.

—Te has puesto todo un machote estereotipado —bromeó.

Detrás de Darren, estaba parada una chica de cabello negro hasta los hombros y flequillo. Tenía unos ojos azules claro y labios delgados. Parecida sacada de un cuento de hadas ante su perspectiva.

Entraron junto a dos maletas medianas, las cuales llevaron hacia una de las habitaciones vacías. Una vez de vuelta en la sala de estar comenzaron a presentarse.

—Ella es Linda, mi novia —contestó el chico al momento de introducirla.

El grupo fue intercambiando palabras y frases simples para saber un poco de cada uno. Aún así nada llegó a un tema muy profundo.

Brooke llegó a la escena sonriendo enormemente y se abalanzó sobre él, dándole un montón de besos en la mejilla. Era el único del grupo que no tenía líos con otros por ser ex-novios.

Luego de haber saludado a todos los presentes, la rubia lo llevó directamente con Kyle, quien era con el que más hablaba. De hecho, varias veces se habían juntado ambos a ponerse al día.

—Mira quién esta aquí —dijo Brooke abriendo lentamente la puerta.

El rubio se encontraba solo acostado, Vanessa se había ido después de su pequeña charla con el chico. Sus ojos se abrieron lentamente, pero al enfocar su vista y ver a su amigo se llenaron de alegría.

—Darren —musitó a penas abriendo la boca. El castaño estaba confundido, nadie le había explicado que estaba ebrio, aún así caminó en su dirección.

—Te ves... sobrio —comentó de manera sarcástica sentándose a su lado. La chica sonrió y cerró la puerta dejándolos solos para que hablaran. Era obvio que Kyle no estaba bien después de ver a Cory con alguien más, y era seguro que se abriría con Darren al respecto.

[...]

Brooke se paró en medio de la noche, debían ser las tres de la mañana. De todas formas no podía dormir, algo inquietaba su mente.

Tomó una chaqueta y sus cigarros, ya que a veces fumaba cuando necesitaba ordenar sus ideas o eliminar su estrés. Sabía que estaba matando a sus pulmones, pero le servía demasiado.

Salió por el balcón grande del otro lado de la segunda planta, que conectaba con la habitación de Teddy. Entre el humo que escapaba de su boca y las cenizas, no pudo evitar ser atraída hasta llegar al ventanal de su amigo. Las cortinas por alguna razón se encontraban abiertas y podía mirar claramente hacia dentro.