♝ Myoui Mina es una reconocida Geisha.
"Gei"; Arte Japonés - Artista; Ceremonia del té, ésta seduce a los hombres con delicadeza, sutilidad, sensualidad e ímpetu en su belleza.
Chaeyoung, inmigrante de Corea, de un aire de entreguerras y problemas...
— No, yo puedo irme. Mire.— Se levantó y sus piernas temblaron ligeramente. — E-Estoy bien.
— Oh, claro que no.— frunció el ceño. La tomó del brazo y la acostó. — Ahí te quedas.— Dijo Mina. — Dormiría afuera pero es mi cama, y no puedo sacarte de aquí por ahora, sino estuvieras enferma, ya estarías durmiendo en el piso de la sala.— bufó.
La chica no respondió, realmente ninguna habló más cuando Myoui apagó la lámpara, dejando todo a oscuras, entonces, antes de que la japonesa de pelo azabache, quedase en un sueño profundo, sintió un sollozo, la chica de su lado estaba llorando mientras se acurrucaba en las cobijas, lo pudo sentir porque se estiraron y estaba intentaba no llorar fuerte.
Mina se quedó perpleja, sintió su corazón encogerse al escuchar tales ruidos... Entonces, se volteó y la abrazó, la atrajo contra sí. Chaeyoung se sorprendió, pero sin dar más vueltas, se volteó quedando en el pecho de la chica, se pegó contra esta y dejó salir todo el llanto.
Todo su dolor se expresaba a través de esos lamentos, estaba cansada. Ni siquiera lloraba enteramente por su Mizague, era por su vida.
— Sé que no es fácil, pero... No te rindas.— Dijo la nipona apegándola más.
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la mañana llegó y entonces, Mina se despertó, aún estaban en la misma posición.
— Oh...
Se levantó con cuidado pero la chica más baja la vio, abrió sus ojos, tenía unos hermosos ojos aún sin maquillaje, y sus labios... ¡Eran rojos y abultados! Era muy linda.
— Buenos días.— Se estiró dejando salir un pequeño quejido seguido de un bostezo.
— Hola, puedes quedarte, hoy puedes descansar, te dan el día por tú Mizague, así que aprovecha para holgazanear y reposar. Yo vengo por la tarde, toma tu tiempo y puedes irte cuando quieras.— le dijo Mina ya arreglada.
— Sí, lo haré.
Después de salir, la chica se topó con la señora Chiko, de nuevo.
