ᴛᴇɴᴅʀᴇ ᴛᴜ ᴀᴍᴏʀ-rusame o mexusa-

Cap 12: Solo Uno, ¡Por Favor!

Esto "《》" es cuando están pensando, disculpen por haberlo aclarado tarde :(

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Narrador omnipresente:

Usa fue directamente a su casa, se iba a preparar para esta noche. Aún recuerda lo momentos con Rusia, algunos malos, pero se concentraba en los buenos; aunque acepte que aún siente algo por él, se prometió que lo olvidaría, pero ahora iba a tener una cena con él. Que estupidez.

《sólo será para hacer las pases y volvernos amigos》 se miró al espejo, estaba bien, no quería verse formal; luego pensó en México, ese que lo viene persiguiendo hace tiempo, se le hace tierno, pero... no quería aceptarlo. Para él era malo amar a dos personas al mismo tiempo.

—soy una mierda — dijo mientras seguía mirándose al espejo — Perú también lo ama, yo no le quiero hacer daño...— suspiró; quería quedarse en su habitación todo el día, pero no podía dejar plantado al ruso.

Vió la hora, eran las cinco de la tarde; ellos confirmaron la hora hacia las siete. Ya tenía todo listo, ni él sabía porque se apuró en hacer todo esto.

Revisó el centro de notificaciones de su celular, se fijo que el peruano le estuvo escribiendo, abrió el chat, ya no estaba conectado, pero igualmente leyó los mensajes.

Friend peruvian

Hola, Usa

Estas bien? México aún no llega, ¿esta contigo?

Ya que, espero que te encuentres bien
Si necesitas algo, llámame :D

Exactamente por eso no quería aceptar que amaba a México, 《por qué a mí?》 se queja mientras se tira la cama para poder descansar un poco antes de su salida con Rusia.

20:45 pm

Se levanta por los ruidos que hacia su celular, era el eslavo, avisando que lo recogería en un par de minutos. Asustado se fue a dar una rápida lavada, se cambió, vió que estaba perfecto y salió a esperarlo; no se hizo todo eso para impresionarlo, sólo le gustaba verse bien cuando salía.

—ya debe estar por llegar — escuchó el ruido de una moto y miró hacia allá, era él ruso — no sabía que tenía moto.

—bueno, Bielorrusia me lo regaló, era de él, pero no sabía conducir — dijo bajándose, se acercó al yanqui y le entregó un casco — ¿quieres intentar?.

—claro que sí — dirigió su mirada a la moto.

Luego de un rato, Rusia abrazaba fuertemente a Usa, quien conducía velozmente, yendo de un lado para otro; él ruso seguía insistiendo que lo ayudaría, pero el otro no quería. La pista estaba casi vacía, por suerte de ambos.

—¡ya vamos a llegar! — gritó, y subió más la velocidad; Rusia, no se asustaba por la velocidad en la que iban, sino por él conductor, pues pensaba que este podría tirarlo de la moto en cualquier momento.

—¡em, Usa, podrías con-...! — Usa paro, ya habían llegado.

—¡genial! Hace tiempo no conducía una moto, Canadá me lo prohibió, no sé porqué — se sacó el casco.

《yo creo saber》 pensó él ruso mientras se bajaba de la moto. Entraron al restaurante y se sentaron, una chica los atendió, pidieron lo que querían y la camarera se fue a traer sus pedidos; hablaron sobre temas cualquiera, era entretenido para los dos, se ponían a jugar con lo que tenían a mano, las servilletas de tela fueron usados para jugar tutti frutti, pero lo escondieron en sus bolsillos para que la chica, quien les entregó la comida, no lo viera.