Epílogo

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Paso un tiempo desde ese horrible día; en ese tiempo Rusia intentó disculparse con Usa, no iba a permitir que su relación con él se arruinara por unos jodidos celos. Al principio no fue fácil, nada fácil, pero poco a poco iba mejorando.

México no sabía que hacer antes eso, se había enterado y si que no se lo tomó bien, lo que molesto a su novio, logrando que este se alejé un poco.

—no se que hacer— dijo arrepentido.

si que eres menso weon
—¡no agarres mi celular Chile!

Al otro lado del celular estaban dos de su mejores amigos, quienes le ayudaban, porque al parecer él y Usa tuvieron una pelea algo fuerte.

—¿me van a ayudar?

—seguimos en el avión, espérate
—[oye, tengo hambre]

México corto la llamada y fue otra vez hacía la casa de Usa, afuera también estaba Canadá y Rusia, quienes tenían una conversación tranquila, pero él mexicano se encargó de terminarla.

—hola, Canadá, ¿que haces aquí?.

—acompaño a Rusia a ver a mi hermano— dijo con una sonrisa— pero no nos abre.

—tengo pollo— mostró lo que tenia en manos— es de McDonald, creó que le gustan— dijo él ruso.

México sólo soltó una pequeña risa, pero que rápidamente paró, vió la puerta y toco la puerta. Espero, pero nadie abrió.

Rusia empezó a comerse el pollo junto a Canadá, antojando al mexicano; él eslavo vió eso y se formó una pequeña sonrisa en su labios, comía mientras veía a México.

—¿quieres?.

Él mexicano miró con molestia las piezas de pollo que le extendía Rusia, sus ojos empezaron a brillar, así que asintió y acercó su mano hacia el pollo.

—com- — no terminó al sentir como le arrebataban el vote.

—¡genial!— dijo él chileno agarrando una pieza.

—te dije que estaba aquí— dijo él peruano detrás de él — hey, tienes que compartir— agarró uno.

Los tres de antes se quedaron viendo a los dos suramericanos comer toda la comida; a México se le escapó una pequeña lagrima al ver que se habían comido lo que quedaba. Rusia iba a reprenderlos, pero un ruido sonó de la puerta, haciendo que todos miraran allí. Al abrirse se hizo ver él estadounidense tan esperado.

—¿que hacen aquí? — preguntó molesto.

—nosotros veníamos por México— dijo Chile posicionándose a lado del mexicano.

—yo vine para ver como estabas. Tenía comida, pero nos lo comimos— respondió él ruso.

Perú tenía un semblante aburrido, pero la cambió por una sonriente para acercarse al yanqui, entro junto a Canadá. Adentro había un envase de helado de fresa vacío y la televisión prendida; él peruano ya sabía como arreglar el problema del mexicano.

—oh hermano, ¿te comiste todo el helado?— dijo él canadiense— acordamos compartir.

—no es mi culpa que lo dejarás aquí.

Se escuchó un ruido provenir de la puerta, pero sólo lo ignoraron; Canadá se echó junto a su hermano, quien se cubría con una sábana, frustrado; Perú hizo lo mismo, pero destapó al yanqui.

—te ves deprimente— dijo él peruano tapándose con la sábana.

Usa le quitó la sabana y se volvió a tapar, pero él canadiense se la quito y la tiro; los tres empezaron a hablar, haciendo que él estadounidense se sintiera mejor.

Afuera, Rusia y México estaban pelando, mientras Chile sólo veía, ya que sabía que interfería iba a meterse en problemas también. Se escuchó la puerta abrirse por segunda vez. Él mexicano y él eslavo se separaron de inmediato.

Salieron Usa y Perú agarrados de la mano, con una cara seria, levantaron las manos.

—somos pareja ahora— dijeron al mismo tiempo.

Rusia y Mexico se quedaron estáticos, y Chile abrió al boca, sorprendido.

—que buena toma— dijo Canadá atrás de los otros dos, quienes no paraban de reír.

Usa soltó a Perú y abrazo al mexicano, quien lo recibió aún sorprendido, pero ya sabiendo su pequeña broma.

—¡nunca me hagas esto!— dijo México correspondiendo el abrazo.

Luego de un rato, los dos suramericanos veía el video que había grabado Canadá. La pareja ya estaba reparada y adentro de la casa jugando un videojuego que México había comprado cómo último recurso para disculparse con él estadounidense.

Canadá se fue, dejando a los dos con él ruso, a quién usaron como transporte, bueno, al menos por un rato.

—siento que podré tocar las nubes— dijo él chileno, levantando su brazo.

Él bicolor recordó esa aquella vez que Rusia lo cargó, pero terminó golpeándolo con el techo, lo que hizo que se agarrara esa parte de la cabeza en donde se golpeó.

—¿te duele la cabeza?— preguntó Rusia.

Él chileno quiso decir lo mismo, pero por equivocación se soltó, cayendo, por suerte fue atrapado por Rusia.

—sabía que te ibas a caer— dijo él peruano — ¡¿eh?! ¡Oye, suéltalo!— agarró al chileno.

Rusia se quedo algo confundido, pero le restó importancia, al menos ya no era un medio de transporte para ellos.

En otro lado había dos countrys compitiendo para ganar un trofeo y una victoria en un juego de carreras, con ellos dos lanzándose insultos, pero siendo felices. Al final del día los dos se quedaron dormidos, aunque estando en aquel sillón, se sintieron cómodos estando uno a lado del otro.

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Espero que les haya gustado! :3
Gracias por haber leído hasta el final, tkm!
('w')

ᴛᴇɴᴅʀᴇ ᴛᴜ ᴀᴍᴏʀ-rusame o mexusa-Where stories live. Discover now