ᴛᴇɴᴅʀᴇ ᴛᴜ ᴀᴍᴏʀ-rusame o mexusa-

Cap 7: Mi Mejor Amigo

Narra narrador omnisciente:
Perú estaba en un lugar hermoso ante sus ojos, junto al mexicano que tanto quería. Era todo tan perfecto, y en un abrir y cerrar de ojos todo se volvió oscuro, quiso abrazar tricolor junto a él, pero este ya no estaba ahí. Lo único que sabe es que no volverá.

—no me dejes...— dijo en un susurro casi inaudible —por favor

—¡Perú! ¡Despierta!

—que-

Narra narrador omnipresente:
El boliviano le había tirado un balde de agua al de blanco y rojo, logrando que este despertará de forma asustada.

—¡¿que tienes..— tosió— que te pasa Bolivia?!— dijo algo molesto

—¡que te pasa a ti! ¡Faltaste a la reunión de hoy!— exclamó el mexicano saliendo de la cocina

El único bicolor de la sala quedó en silencio al ver al de sangre azteca, pero eso no le quitó lo molesto; el más "pequeño" se acercó e intentó tranquilizarlo, y lo logró, al menos un poco.

—ahh...—suspiró; todo quedó en silencio—...¿que quieren que diga, lo siento?

—¡pues sí, wey! Hoy me partieron la madre y no estuviste para ayudarme—dijo indignado— dijiste que me apoyarías— se secó una lagrima imaginaria

—ohh...bueno..., tú ni siquiera me respondiste los mensajes—dijo contraatacando

Los dos comenzaron una mini-pelea, pero fueron callados por el boliviano, quien no sabía el porqué había venido México, el último nombrado cruzó los brazos y se sentó en lo primera silla que vió.

—yo ni se el porque viniste, pero ya que—el tricolor de chullo se sentó junto al bicolor para contarle todo lo que paso en la reunión

Mientras los dos hablaban, el mexicano sacó su celular para poder hablar, o al menos avanzar más en la relación, con el estadounidense; pero escuchó algo que le interesaba.

—oye, ¿puedo saber porque Rusia te buscaba tanto?— preguntó curioso el boliviano a su hermano

—bueno..., mejor te lo digo otro día— se levantó nervioso— la ONU dejo trabajo?

—no, pero-

—entonces, no veo otra cosa por la cuál deban quedarse más tiempo

El mexicano lo miró un poco molesto, guardó su celular y se levantó; el boliviano se fue, no se molesto ya que igualmente tenía algunos planes para hoy, pero el otro tricolor se paró frente al peruano, y este lo miró serio, pero un poco nervioso.

—¿y a mí me lo puedes decir?—el mexicano quería una respuesta

—¡cla-claro, pero n-no ahora!

—vamos pure, no pelee por nada, ¿o si?—intento calmarse un poco

El peruano iba a decir algo, pero su celular sonó; que suerte la suya. Saco como pudo al mexicano y contesto.

—halo?

—hola Perú, ¿por que no viniste?