❝ Dear boy of the stars ¡! Chanlix

❝ 6 ¡!

— ¿Y? ¿La recibió?

Utilizar la palabra "nerviosismo" para describir el estado de ánimo de Christopher Bang en esos momentos sería hacer uso de un eufemismo. El chico no paraba de caminar de un lado al otro frente a la banca del parque donde sus mejores amigos se hallaban sentados. Un ya algo cabreado Changbin le observaba critico, mientras Hyunjin sólo sonreía como si disfrutara del momento.

—Ya te dije que sí, mi amigo se aseguró de dejarla en su mesa con tal de que la viera.— Respondió algo cansado de lo mismo, el más pequeño de los chicos.

Un suspiro aliviado escapó de los labios del mayor en el lugar, deteniéndose por un momento a respirar, relajando así también los hombros ajenos, que ya se encontraban un poco mareados de tanto observar al mencionado.

— ¿La habrá leído?

Y con esa pregunta, sus pasos tomaron lugar otra vez en el mismo recorrido circular e infinito que sus amigos se veían obligados a apreciar, causando un suspiro en el que le prestaba a la conversación sin intervenir.

— Según lo que me dijo la abrió en clases y al parecer le subió el ánimo, porque le vio con una sonrisa el resto de la hora.

Volvió a comentar el de apellido Seo, intentando que por fin dejara de cuestionar todo y la calma llegara al sistema del pelinegro.

— ¿Logré subirle el ánimo? — Con la cabeza ladeada y la voz en un tono lleno de timidez, la imagen tierna del mayor llego a estremecer a ambas presencias delante de sus ojos.

Tras un corto y algo incómodo silencio, Hwang aclaró su garganta antes de ponerse de pie, tomarlo por los hombros y obligarlo a sentarse en el espacio que antes él ocupaba.

— Mira Chris, tú eres capaz de subirle el ánimo hasta a una roca. — Exclamó el rubio, dando un par de palmaditas en su hombro. — Hyung, yo no miento cuando te digo que eres mi psicólogo personal. — Concluyó, con una mirada seria.

— Esta bien, pero es que Felix no suele estar de mal humor, entonces me preocupa un poquito que el amigo se Changbin diga que gracias a la carta se alegró.

— Entiendo tu punto, pero en serio Chan, puede haber estado cansado y tu carta llego en el momento indicado, piensa de esa forma y deja de hacerte preguntas tontas. Ya comenzaste con esto y vas a seguir ¿Cierto? — Dedicándole una dulce sonrisa, logró hacer que el mayor se relajara, asintiendo y  dejándose caer en la banca por fin.

— Por cierto, me pregunto ¿Quién es ese amigo misterioso de nuestro Binnie?

En ese preciso momento Seo Changbin sintió el verdadero terror, pues tanto el rubio como el pelinegro, se voltearon hacia él con una mirada inquisitiva.

— Bueno, es un compañero del amorcito de Chan. — Bromeó, apuntando al contrario en un intento de desviar los pensamientos de su curioso grupo de amigos.