❝ 2 ¡!

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Camino a dirección, el señor Nam le había contado que el chico no estaba aún muy acostumbrado al idioma, por lo que él, era el candidato perfecto para ser quien le recibiera

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Camino a dirección, el señor Nam le había contado que el chico no estaba aún muy acostumbrado al idioma, por lo que él, era el candidato perfecto para ser quien le recibiera. Y si bien, aquello era muy cliché, algo así como de película americana adolescente, al director siempre le había gustado así.

A principios de año, Matthew junto con Sana, habían hecho un paseo general a todos los estudiantes nuevos, resultando en el primer encuentro de su amiga, con su actual novia, Dahyun. Siendo con el nacimiento de esa relación, el nacimiento del derecho del Señor Eric de presumir que era gracias a él, pues según el a veces los clichés eran infalibles.

Estaba ciertamente emocionado, nunca rechazaba la idea de conocer gente nueva, más si sabía desde antes que habían cosas en común, pero no se esperaba encontrar a tal ángel detrás de la puerta que separaba secretaría, de la oficina del director.

Unos rubios cabellos caían delicadamente en su frente, contrastando ligeramente con su piel blanquecina, unos preciosos ojos marrones, brillaban como estrellas, mientras en sus mejillas un ligero tinte carmín revelaba cierta vergüenza, destacando a su vez unas cuantas pequitas que se asomaban tras el maquillaje. Continuando con los detalles, parecía medir lo mismo que él, pero se veía tan pequeño ante sus ojos, que decir que le causaba ternura era un eufemismo, el chico era la definición clara de la palabra hermoso.

Cuando el menor le dirigió una mirada directa y una ligera sonrisa algo avergonzada, no pudo disimular su asombro, murmurando un "wow" prácticamente inaudible. La expresión del pequeño parecía como si estuviera pidiéndole disculpas, suponía que por la molestia de ir hasta ahí a petición del director. Pero lo que menos esperaba era esa voz grave al saludarle por primera vez.

— Hola, mi nombre es Lee Felix, es un gusto... — Saludó ofreciendo su mano con una pizca de timidez. Algo le decía que el chico no era así, sino sólo estaba incómodo por la rara situación. Es decir, imaginen a el director observando todo y a la secretaria e inspectora escuchando tras el panel... sí, incómodo.

— Bang Chan. — Completó el contrario, tomado su mano en un cortés saludo. — Y el gusto es mío, Felix.

Un pequeño silencio se formó en el lugar, con ambos australianos mirándose fijamente sin siquiera soltar sus manos. Pero una voz les hizo darse cuenta de que se encontraban aún ante los ojos de los mayores en el lugar.

— Bueno chicos... — Alargó un poco la frase, interrumpiendo el momento, al posar sus manos en las espaldas de ambos. — No pierdan más el tiempo y vayan.

El director, con una sonrisa, les dio unas suaves palmaditas en los hombros antes de abrir la puerta para que salieran sin problemas. Ambos chicos, se despidieron con una reverencia y emprendieron camino sin decir nada.

— ¡Ah Chris! ¡Podrías pasar al salón de Alexa, la necesito un poco antes del receso para ver lo de los anuncios semanales! — Exclamó el señor Nam, antes de que desaparecieran de su rango visual.

❝ Dear boy of the stars ¡! ChanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora