El Fénix [W]

El Fénix [Wigetta] #23

La pregunta ya había sido lanzada ‘’¿Quién es este chico?’’ su papá no se enteraba de nada ya que Guillermo dejo un silencio incomodo entre ellos. Guillermo, se moría en vida, ya que él nunca pensó que esta situación iba a llegar a pasar, Samuel casi se le marcaba una sonrisa, ya quería oír lo que Guillermo diría sobre ellos.

—El… es un amigo papá. —Guillermo bajo la cabeza.

La cara de Samuel pasó de tener una sonrisa marcada a tener la boca abierta.

—¡Ah! Que grata sorpresa que nos presentes a tu amigo. —el padre de Guillermo estiro la mano dando un cordial saludo.

El momento incomodo había pasado, Guillermo no había dicho ni una sola palabra a Samuel después de que lo presentara como amigo.

—¿Es enserio Guillermo? —dijo Samuel entre dientes.

—Me dio miedo —dijo Guillermo.

—¡Miedo era lo que yo sufría! Lo tuyo era lo más fácil, no podías decir que éramos pareja. ¡Guillermo! Me sorprende que seas tan cobarde, cuando yo pensaba que yo era el cobarde al ocultarme tras tus piernas sufriendo todos los días, ¿Sabes lo que es tener miedo? Sabes, yo me ocultaba entre las sabanas para no sufrir más, mis sueños son de maltrato y dolor. A veces tengo momentos depresivos donde me quiero quitar la vida, pero estoy aquí por ti… ¡No seas cobarde! —Samuel se desahogó.

—¡Es fácil decirlo! —exclamo Guillermo—. ¡Como tú ya no tienes a nadie que decirle sobre tu orientación, se te hace fácil decirlo! —Guillermo se la jugó al decir esas últimas palabras.

—¡¿Qué pasa aquí?! —exclamo la madre de Samuel al entrar por la puerta.

—Nada madre —contesto Guillermo.

Samuel salió por la puerta haciendo a un lado a la madre de Guillermo, tomo sus maletas y salió por la puerta principal.

—¿Qué paso Guillermo? —su madre entro y se sentó a un lado de él.

Guillermo respiro profundo.

—Samuel…es mi pareja madre. —un gran alivio sintió Guillermo.

Su madre le agarro la mano y se le marco una sonrisa.

—Ya lo sabía, en tus ojos se nota. Lo amas y no veo porque negarlo —dijo su mamá de forma comprensiva.

—Tengo miedo. —Guillermo se recostó en las piernas de su madre.

Samuel iba caminando de manera recta, su maleta iba junto con él y los recuerdos se pasaban de manera constante por su mente. Las lágrimas de Samuel corrían por su rostro.

Samuel no sabía que iba hacer, no tenía dinero, no tenía donde quedarse y mucho menos tenia compañía con quien pasar la noche.

Todavía le quedan unas cuantas horas para averiguar como la iba hacer para conseguir dinero, y tratar de conseguir algún techo donde pasar la noche.

—Disculpe —dijo Samuel al chocar con una persona.

Un brillo se emitió por el piso.

—¿Qué es esto? —Samuel cambio de emoción drásticamente—.El Fénix.

La cara de asombro de Samuel seguía plasmada, aunque ya habían pasado unas horas y la noche ya se hacía presente.

Samuel estaba sentado en una banca de un parque, la gente pasaba por enfrente de él, y él seguía marcado por la traición de Guillermo al negarlo como pareja.

Paso de ser un parque con gente a ser un parque solitario, la temperatura bajo y el frio se hacía notar.

Samuel ya había quedado dormido en aquella banca color madera.

—¡Aquí estas maricón de mierda! —un grito asusto a Samuel.

La persona que lo jalaba por las piernas tenía una máscara color negra.

—¡Suélteme! —grito Samuel—, ¡Ayuda!—los grito de Samuel retumban el silencio del lugar.

Las uñas de Samuel se adherían al concreto, pero esto no lo salvo.

Un fuerte golpe fue a dar al rostro de Samuel.

—¡Maricón! ¡Despierta! —el eco retumbaba la habitación donde se encontraba Samuel.

Samuel comenzó abrir los ojos, pero no pudo evitar sentir un dolor en su cuerpo.

El ojo de Samuel estaba completamente morado y su pierna estaba cortada con navaja y tenía un mensaje ‘’Maricón’’ y la sangre se le escurría por las fosas nasales.

—¡¿Por qué me hace esto?! —grito Samuel sollozando.

—¡Por maricón! —dijo el tipo con mascara seguido con una gran carcajada que retumbaba el eco de la habitación.

La voz del tipo con mascara a Samuel se le hacía conocida.

—¡Usted…! ¡Es el padre de Guillermo! —exclamo Samuel con lágrimas recorriendo su rostro.

El tipo se rio de manera sarcástica.

—¡Pensé que nunca lo adivinarías! —dijo el tipo—. ¡Sí!

Samuel rápidamente pensó y se preguntaba de como el habría sabido sobre la relación de Guillermo y Samuel.

—¡¿Quién le dijo?! —exclamo preguntando Samuel.

—¡Yo escuche! ¡¡Yo!! —el padre de Guillermo se apegó al cerco que separaba a Samuel y a él—. ¡Te vas a morir y te iras al infierno! ¡Maricón! Deja a mi hijo ¡Hijo de perra! ¡Maricón! —los insultos no faltaban en esa habitación.

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LO HE PETADO ¿APOCO NO? :V