El Fénix [Wigetta] #3

6.5K 533 272
                                    

-Es algo egoísta por parte de mi madre, ¡Es algo injusto! -dijo Samuel con los ojos rojos.

-Ten -dijo Guillermo dándole una taza de café a Samuel.

-Samuel tú tienes que entender que tu madre de libre de rehacer su vida, así como tú eres libre ella igual -comento Guillermo.

-Sí tiene derecho, pero no podía esperarse un poco más, apenas van 4 meses desde que murió mi padre, y ella ya tiene nuevo amor -agrego Samuel.

-Bueno Samuel, dejemos esto por la paz -dijo Guillermo levantándose del sofá.

-¿Tienes donde quedarte a dormir? -pregunto Guillermo desde la cocina.

-¡No! Y no pienso regresar a la casa, mañana es sábado y así que tengo todo un fin de semana sin mamá y golpes -dijo Samuel abriendo las piernas poniéndolas en la mesa de centro.

-Bueno, te puedes quedar en mi casa, hay una habitación de invitados -dijo Guillermo amablemente.

-¡Muchas gracias Guillermo! -exclamo Samuel con alegría.

El silencio había cubierto toda la casa Guillermo, ambos habían jugado un par de juegos antes de ir ese a dormir y se divirtieron. El plan de Guillermo era que Samuel, se olvidara de todos sus problemas y sonriera un poco.

-Buenos días campeón -dijo Guillermo estirándose y abriendo las cortinas para que Samuel se despertara.

-¡No! Es muy temprano -exclamo Samuel adormecido.

-¿Qué pasa? Tengo varios planes para el día de hoy -dijo Guillermo subiéndose arriba de Samuel.

-¡Guillermo! -exclamo Samuel.

Habían jugado unos minutos, pero después todo era a la rutina de siempre.

-Mande -respondió Guillermo.

-¿Dónde está mi broche de el fénix? -pregunto Samuel.

-Está en la sala, en el mueble pequeño, primer cajón -contesto Guillermo desde la cocina mientras preparaba el desayuno.

-¿Y qué está haciendo ahí? -pregunto de nuevo Samuel.

-Ayer lo colocaste ahí, ya que estábamos jugando.

-¿Jugando? -pregunto Samuel desconfiado.

-¿Que no recuerdas? Te quitaste la ropa y corriste por toda mi casa -respondió Guillermo.

-¡¿Qué hice qué?! -pregunto asustado Samuel.

-¡No! Que es broma Samuel -aclaro Guillermo.

La relación de amistad de Samuel y Guillermo, estaba mejorando mucho, la confianza se fortaleció Samuel empezaba a considerar a Guillermo como mejor amigo.

-¡Apúrate Samuel! Que llegaremos tarde a la función del cine -grito Guillermo esperándolo en la puerta.

-¡Ya voy! -grito Samuel.

-Maldición Samuel, tardas más que una mujer en ponerte uno pantalones que ni siquiera se te ven bien -dijo Guillermo.

-¿No se me ven bien? -pregunto Samuel agarrándose el pantalón.

-Claro que sí hombre, era una broma -aclaro Guillermo-,escucha tu celular está sonando.

-Ya se, es mi madre -dijo Samuel.

-¡Contéstale Samuel! -dijo Guillermo.

-No, que espere todo un fin de semana -dijo Samuel poniéndose las gafas de sol.

-Bueno ¡Vámonos! -dijo Guillermo moviendo las llaves del carro.

Samuel y Guillermo tenían una comunicación única, se entendían al pie de la letra y tenían gustos en común.

-¿Qué película veremos Guillermo? -pregunto Samuel.

-Bajo la misma estrella ¿te gustaría? -pregunto Guillermo.

-Bueno, está bien. Se ve buena la película -respondió Samuel.

En la entrada de la sala, estaban recibiendo los boletos, sus asientos habían sido seleccionados hasta el fondo.

-Samuel por aquí- dijo Guillermo-, este es nuestro asiento.

La película había empezado, unas cuantas veces silenciaron a Guillermo y Samuel, ya en que el fondo estaba hablando, sus sonrisas en la oscuridad brillaron como dos estrellas en media noche.

-¡Guillermo! Ya cállate -dijo Samuel pegándole un puñetazo leve en el brazo.

-¡ay! Que salvaje Samuel -dijo Guillermo sacando una carcajada.

-Cállate -grito una persona que estaba situada en los asientos de abajo.

Guillermo había calmado su lado juguetón y se quedó callado.

-Al fin -dijo Samuel.

La mano de Guillermo había dejado caer sobre la de Samuel, esto parecía una cita al parecer. Samuel rápidamente quito su mano dejando caer la de Guillermo.

Un momento incomodo dejo aquella situación.

La película había acabado, unas cinco o seis veces Guillermo se llevó una regañada por parte del espectador de la película.

-Guillermo... -dijo Samuel con cara baja.

-Mande -contesto Guillermo.

-¿Por qué pusiste tu mano sobre la mía, cuando estábamos en el cine? -pregunto Samuel.

Aquella pregunta había dejado sin respuesta alguna a Guillermo, su primera respuesta salió de sus pensamientos profundos, dejando una gran duda en esta situación.

2Fp50x5]������


El Fénix [W]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora