➳ El Fénix [Wigetta] #7

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—¡Nada! —mientras Guillermo sacaba una carcajada—. Solo me quede dormido cuando vine a checarte…

—¿Te has quedado dormido en forma de cuchara a un lado de mi? —dijo Samuel levantándose—, eso no es normal tio…

—¡Lo siento! —dijo Guillermo sacando una gran carcajada—. ¿Quieres desayunar?

—¡Claro! Oye pásame mi silla de ruedas.

Momentos penosos y un poco románticos pasaban Guillermo y Samuel, tal vez Guillermo quiere llevar el asunto  otro nivel.

Guillermo se fue a colocar un poco de ropa, ya que había dormido en boxers con Samuel.

—¿Quieres unos huevos revueltos? —pregunto Guillermo desde la cocina mientras miraba el interior del refrigerador.

—Pues, estaría bien… con un jugo de naranja —contesto Samuel sobándose su panza.

—¡Okey! —exclamo Guillermo.

Después de aclarar todo esto del desayuno, el sonido del teléfono interrumpió la plática entre Samuel y Guillermo.

—¡Contesta Samuel! —exclamo Guillermo.

—Bueno… —contesto Samuel—, ¿Quién habla?

Una voz ronca, rasposa con un tono frio contesto en la otra línea.

—¿No me recuerdas Samuelito? —respondió la extraña persona.

—No…

—Soy una persona… con un tráiler… se matar y entre otras cosas.

—¿Y eso que? —contesto Samuel con valentía.

—Hay tontito —una carcajada de misterio dejo oír la otra personas—. Me eh enterado que sigues vivo, tenía que confirmármelo por mí mismo.

—¿T…tu? Fuiste el culpable del accidente mío…

El hombre respiro y una carcajada salió de por la línea. El tono de colgar sonó y dejo a Samuel con la boca abierta.

—¿Qué paso? —pregunto Guillermo acercándose.

La cara de Samuel se movió de lado a lado, sus ojos se abrieron y pudo regresar a la realidad.

Las palabras de Samuel no salían, sus manos se movían de forma rápida, tratando de soltar una frase o palabra.

—¡¿Qué pasa?! —exclamo con desesperación Guillermo.

Samuel seguía impactado y sin palabras

—Siéntate —ordeno Guillermo apagando la estufa—. ¿Qué paso?

—No… No sé, llamo un… una perso… persona  y me amenazo o me advirtió… él fue el que me atropello en la autopista…

—¡¿Qué?! ¡¿Fue intencional el accidente?! —las manos de Guillermo cayeron en la mesa de manera brusca— ¿No conocías su voz?

—N… No —contesto Samuel tartamudeando.

—Bueno, hay que tranquilizarnos… ahorita o mañana vamos a la policía…

—Pe…pero ¿y si me tienen vigilado?

—Pues… no sabemos que vamos hacer Samuel —la respiración de Guillermo se calmó un poco, pero su coraje seguía en el—. Desayuna… desayuna.

El trago malo de la mañana había hecho que Guillermo se preocupara más por Samuel, su cuidado hacia él era como el de dos novios o a un más como el de una mamá con su hijo. Guillermo en verdad le estaba tomando cariño a Samuel, un cariño muy grande, a la mejor se podía denominar amor. Desde que lo conoció siente que su vida es otra, y que su vida cambio. En las noches le decía algunas palabras de superación, y el, cada noche llora por salir adelante en su vida y salir a cuidar a su ave Samuel.

El Fénix [W]Where stories live. Discover now