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Los días pasaron, ese día Tine llegó a la universidad de bastante pero bastante mal humor, tanto que sus amigos se retiraron un metro lejos de él, Tine enojado y con cara de querer matarte si le hablabas no les gustaba mucho. Les hacía recordar tiempos oscuros.

—Tine, te vamos a dejar... Un ratito solo.

Sus amigos le dijeron que le darían un rato a gusto. A lo que Tine accedió y se despidieron, ahí estaba él, frente al edificio de los chicos de Ingeniería. Estaba disfrutando su pequeño rato solo.

Pero no, nunca estaría solo.

Sarawat y Mil se acercaron a él, ese momento era un buen momento para golpearlos.

Aunque Mil ya se había disculpado múltiples veces al saber que él chico al que golpeó era hermano de Tine se seguía sintiendo culpable.

—¡Hola!—Saludo Mil.

Llegó con bastante energía a saludar a Tine y Sarawat solo hizo un gesto con las manos.

Se controló, no debía golpearlos aunque quisiera.

"La violencia nunca es buena"

—Hola...

Devolvió el saludo y los dos chicos se sentaron un lado de él haciendo que el pobre Tine quedará en medio.

—¿Qué haces aquí?—Pregunto Sarawat.

—Pienso—Contesté.

—¿Qué piensas?—Pregunto Mil.

—Bueno... Ustedes alguna vez han estado demasiado enojados con ustedes mismos? Eso me paso está mañana al despertar, recordé muchas cosas que hice en el pasado y me da coraje de mi mismo.

Los otros dos asintieron, también alguna vez se sintieron así.

—Recuerdo como era un asco de persona, hablando mal de otros, siendo cruel, sin vergüenza e insensible... Odio a mi yo de antes...

Sarawat lo miro de reojo.

—No eras una mala persona Tine, solo eras una persona... No te sientas afligido por eso, son recuerdos y que hayas querido y hecho de tu parte para cambiar fue una decisión que tu decidiste por que te hacía sentir mejor, todos tenemos momentos así, por que eramos más inmaduros en aquellos tiempos asi que, no te avergüenzes de ti.

Dijo Sarawat dejando muy sorprendido a Tine y a Mil con una sonrisa.

Eso había sonado genial.

—Sonaste como mi hermano mayor ¡Eres muy maduro Sarawat!

Sarawat se sintió como un señor por el comentario. Pero lo aceptó.

—Sarawat tiene razón, no hay por que avergonzarse, todos tenemos errores...

—Sí, como cuando a Mil le gustaba una chica pero hablaba mal de ella, con el tiempo supo que le llamaba la atención jijiji.

—¡Sarawat!

—Hablar mal de ella no fue muy masculino de tu parte, bro.

Sarawat quería reírse pero se aguantó por las expresiones de Mil.

—¡Te dije que me arrepentí! ¡Teniamos dieciséis! ¡Eramos aun mucho más estúpidos que ahora!

Sarawat no se callaba.

—Luego Mil descubrió que también le gustaban los chicos pero no lo quería aceptar.

Tine rió un poco por ello y se levanto de la banca donde estaba.

—Gracias chicos, creo que ire con mis amigos a pedir disculpas por alejarme de ellos esta mañana, nos vemos después.

Les sonrió y salió del lugar con bastante prisa dejando solos a los otros dos chicos.

—Eso fue rápido—Dijo Mil.

Sarawat lamía su paleta de helado con una sonrisa en rostro mientras seguía hablando de todo lo mal que Mil había hecho en su adolescencia.

—Luego Mil rechazaba a todos, una noche donde Mil andaba todo horny me confesó que ya no sabía lo que quería, si de verdad le gustaban o no las personas.

—¡Sarawat!—Le grito de nuevo para que se callará.

—¿Qué?

—No lo cuentes ya, ya no está Tine.

—¿Y?

—¿Así vamos a estar? Acuerdate que tu me dijiste que no sabías aún que te gustaba tambien!—Mil hizo un leve mohín.

—Si me acuerdo—Le saco la lengua.

—¡Incluso ahora!

—Sí. Lo se, te dije que ni siquiera creó en el amor romántico.

—¿Entonces? ¿Por qué estás detrás de Tine?

—Al principió...

—¿Eh?

—¿Te acuerdas cuando te lo dije?

—Sí, teniamos dieciséis en ese entonces.

—Se que la sexualidad es todo un proceso de auto descubrimiento y todo eso pero... Él mío realmente va muy lento.

—¿Entonces?

—No tengo idea, aún no me conozco del todo.

—¿Qué quieres decir?

Pregunto Mil, en el peor  y mejor de los casos sería lo que su mente estaba pensando.

—Sí, Mil. Desdé hoy no tienes competencia.

Mil lo miró con los ojos bien abiertos y su boca cada vez se abrió un poco más formando una pequeña"o"

—No puedo forzarme a nada mientras a un no esté seguro, si me juzgan voy a llorar, ya dije cosas que no me gustan, pero no por eso voy a sentirme miserable, no lo haré, pero desde hoy trataré de poner un poco más de atención sobre mi.

Mil lo miró fijo.

—Sarawat... No digas esas cosas, si te juzgan juro que los golpearé.

Sarawat se río levemente por el comentario del otro chico.

—Resultó que siempre fuimos más amigos de lo que creíamos—Dijo Sarawat y Mil sonrió.

—"Nos caemos mal" pero resulta que siempre desde los cinco años hasta los quince dormíamos en la casa del otro...

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Tine en adultolandia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora