20

1K 172 44
                                    

¡Capitulo 20! Muchas gracias por todo el apoyó.

Tine al estar él sólo en esa barra comenzó aburrirse, estar sin sus amigos era algo a lo que nunca se iba acostumbrar, había tenidos anteriores pesimas amistades pero ellos siempre fueron los mejores, se ponía sentimental al pensar en ellos.

Demasiado sentimental.

—E-esque... Imagínate que un día se nuera Ohm—Hipo— ¡No! no se que voy hacer si se me muere él condenado.

Comenzó a llorar y tomar más tragos.

Después de un rato de haber estado llorandole a sus amigos y sus falsas muertes que Tine había creado en su imaginación la música de ese lugar cambió a una más alocada. Tine se sentía bien, bien como un tipo bastante ebrio.

—Lo bueno que mis amigos no saben que estoy aquí, si supieran seguro Fong vendría y me sacaría a patadas de este lugar mientras viste una pijama de osos.

Tine se lo imaginó y comenzó a reírse él sólo.

Aquél bar se comenzó a llenar de más y más gente, eran casi la una de la madrugada y apenas todos llegaban, tal vez Tine había llegado muy temprano.

—Los chicos buenos llegan temprano.

Dijo Tine mientras seguía bebiendo.

De la puerta entraron tres chicos con unos atuendos que los hacían lucir salidos de una revista, al verlos todos estaban casi babeando, incluidos chicos y chicas, todos.

Eran nuestros conocidos Sarawat, Mil y Phukong.

Estos entraron buscando una mesa para olvidarse un rato de sus problemas con un poco de alcohol y baile, o fuera lo que fuera, dos de ellos eran a lo que iban, Phukong solo los acompaño.

—Son idiotas, es muy tarde, mañana tengo clase a primera hora, no quería venir.

—Acabas de transferirte de universidad, no seas ridículo y divierte un rato.

Dijo Mil y junto con Sarawat brindaron por... Quién sabe.

Ellos estaban en una mesa no tan alejados de la barra donde estaba Tine, solo que no lo veían con facilidad por tanta gente que había, ahí estaba él chico bebiendo sin control alguno, al llegar tantas personas se comenzó a volver el objetivó de unos cuantos chicos.

Tine estaba mirando a la barra fijamente sin decir nada, estaba pensando demasiado como para hablar.

"Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete... ¿Qué? ¿Por qué tengo siete dedos? Ja, ja, ja, ja, ya en serio ¿Qué pasó?"

Un chico bastante alto y de buen ver se acercó a Tine con sutileza, se sentó aún lado de él y comenzó hablarle.

—¿Cuál es tu nombre, lindo?

Tine habló un poco entre pausas.

—Ti-ne...

—¿Tine? Bonito nombre.

—Gracias.

Tine lo miró a los ojos y se sonrojo, no sabía por que.

Él chico le sonrió y Tine se lanzó abrazarlo.

Su abrazó fue correspondido por ese chico que seguía sonriendo con una expresión un poco feliz.

—Tine...

Susurró él chico en la oreja de Tine haciendo estremeser al otro.

—¿Sí?

Tine hundió su cara en el cuello del chico aquél y cerro los ojos.

Tine en adultolandia Where stories live. Discover now