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Él muchacho arrastraba el suéter que llevaba en mano por toda la acera importándole poco si se ensuciaba o rompía.

No tenía ánimos de nada después de lo que había pasado.

"Besar chicos, no es lo mío"

A pasos lentos llegó hasta su hogar y abrió la puerta donde estaban sus tres amigos.

—Vaya, están aquí.

Dijo Tine, estaba sorprendido que sus amigos estuvieran en su propia casa antes que él.

—Sí, aquí estamos.

Contestó Puak mirándolo de reojo.

Tine se sentó con ellos en el sillón viendo por que todos estaban tan atentos en sus celulares, tan atentos como para que no lo recibieran con bromas o sonrisas. Apenas iba preguntar que era lo que tanto miraban en sus celulares pero al ver el de Ohm se dio cuenta.

Estaban en sus redes sociales.

¿Desdé cuando ellos tienen sus contraseñas?

—¡Hey! ¿Donde quedó mi privacidad?

—Me la metí en el ano ¿No lees tus mensajes?

Dijo Fong con un poco de dureza, él otro negó y saco su celular del bolsillo para entrar a sus mensajes y ver que había uno en especial. Uno de su hermano mayor.

—¡Mierda!

Se quejó Tine.

—¡Van cuatro horas desde que te envió ese mensaje! ¿Por qué no lees tus mensajes?

Regaño un poco Ohm.

—Vaya... Estuve en otras cosas.

Fong fruncio el ceño y le miró molesto.

—Me imaginó que te ocupó.

Ohm dio un leve aplauso.

—La cosa es que ¡Tú hermano viene en dos horas y apestas a besuquado!

Le gritó Puak arrastradolo y empujándolo hasta llegar al baño para meterlo ahí a la fuerza.

—Vendrá verte y le contará a tu mamá como hueles a facilón, vas a quedarte sin herencia, te lo aseguro.

Puak asintió levemente recargándose un poco en la puerta del baño.

Después de un rato Tine salió incluso ya vestido.

—¿Por que vendrá? No me desagrada su visita pero es muy repentino.

—Tal vez quiere saber si su hermano sigue vivo—Dijo Fong—

—El problema siempre fue con mamá...

—Siempre me pareció extraño que le llamarás mamá cuando no lo es.

Fong habló mientras miraba por la ventana.

—Fong—Hablo el recién bañado—

—¿Hmm?

Aun sin despegar sus vista de la ventana.

—¿Qué tanto miras? ¿La llegada de mi hermano?

Puak se rió bastante fuerte.

—Esté idiota lo vio en fotos.
Puak acarició la cabeza de Fong recordando como miraba las fotos de aquél chico.

—Oh...

Tine miró al otro chico con cierto toqué de... Duda.

Fong también le miró y le sonrió muy levemente.

—Perdón, de que me quedó en la familia me quedó.

Puak soltó una carcajada y Tine bufo un poco, un auto en color negro llegó a la casa, abrieron la puerta y de el bajó un chico alto y delgado de cabello negro vestido de traje púes apenas salía de su trabajo.

Los gritos de los chicos se escucharon por todo el cuarto, querían esconderse, Tine se tiró al piso y comenzó a rezar, mientras Fong y Puak se escondían detrás del sillón, Ohm siguió corriendo en círculos en la habitación.

—He sido un chico fácil, he sido un chico fácil, perdón, perdón, perdón, perdón.

Tocaron el timbre y soltaron un mini gritó, Ohm que era él único de pié fue y abrió la puerta para recibir al mayor.

Al abrirla ahí estaba él, tan sofisticado.

—Oh, Hola Ohm ¿Está Tine? Quiero verlo.

—Sí... Está adentro.

Él mayor paso a la casa y vio a Tine tirado en el piso y a los otros dos detrás del sillón.

—¿Estaban golpeándose o algo así?

Tine se levantó rápidamente del suelo y abrazó a su hermano.

—¡Type!
—Hola, Tine.

Correspondió el abrazo de su hermano menor sintiendo como le paretaban la espalda con una gran fuerza, incluso su espalda crujió.

—Tine, eres un chico muy fuerte.

Los dos soltaron ese abrazo, su hermano tenía mucho de que hablar con él y tal vez también con sus amigos.

Los chicos decidieron llevar al mayor al centro comercial y comer algo ahí, como dulces y esas cosas.

Cuando estaban paseando por ahí antes de llegar al local de comida a donde irían Tine jugueteaba mucho con su hermano y a los chicos les daba ternura.

Fuera de esa ternura ellos ya querían comer.







—¡Sarawat, ya vámonos!

Mil estaba esperando un lado de Sarawat, este no sabía que tipo de helado escoger. Miraba la carta que estaba colgada con los sabores.

—Callate a la mierda, te esperas te gusté o no.

Mil bufo enojado y se quedo quieto junto Sarawat que ya había pedido el sabor de su helado.

—Son una bonita pareja, algo divertida.

Dijo la mujer que atendía ese lugar, Sarawat casi escupe el helado y Mil negó rápidamente.

—No somos pareja—Dijo Sarawat tratando de no ahogarse con el helado

—Oh, lo siento.

—No se preocupé.

Los dos chicos salieron de ahí a paso rápido, los dos se habían molestado un poco.

Mil rozó accidentalmente el hombro con el de Sarawat y esté se alejó.

—Mínimo cuatro pasos lejos de mí.

Mil le sacó el dedo del medio y al tro poco le importó.

Algo captó la atención de Mil y no, no era Sarawat.

Era Tine.

¡CON UN CHICO QUE NO CONOCÍAN!

—Hey, Hey, Hey, Sarawat.

Le llamó tocando desesperadamente  los hombros del chico, púes él otro no miraba a la misma dirección de Mil y estaba volteado.

—Deja de molestar, no te voy a dar helado como la otra vez, por eso te dije que te comprarás uno, si se te antoja me vale una mier-

—Puta madre Sarawat ¡Mira!

Mil volteó a Sarawat de un jalón haciendo que al chico se le cayera  su helado.

Pero logró ver lo que Mil quería.




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Tine en adultolandia Where stories live. Discover now