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"Tu religión es la indecencia"

Tine caminó hasta la paradas de autobuses y esperó, esperó cuarenta minutos hasta que el autobus llegará, realmemente le aburrió estar ahí.

Llevaba la pelicula guardada junto a la bolsa y recibo en su mochila, donde nadie sabría que ahí estaba.

Subió al autobús y como estaba llenó le toco ir de pie, bueno.

Al menos el centro comercial estaba cerca.

Había una señora que se la paso viendo a Tine desde que subió al autobús.

Tine estaba serio ante eso, ni siquiera parpadeaba con normalidad.

-¿Es que acaso sabe que tengo una película de porno gay en mi mochila?

Se preguntó a si mismo Tine.

Nada que ver, la señora ni siquiera lo estaba mirando a él, estaba viendo y tratando de leer el anunció que estaba pegado en la ventana del autobús.

"Prestamos fáciles y rápidos"

Tine bajó rápidamente en el centro comercial, caminó muy rápido hasta llegar a esa tienda, había pocas personas delante.

Entró lo más sigiloso que pudo y llegó hasta la caja donde atendía un chico, el mismo del día anterior.

-Hola, buenos días ¿Como le puedo ayudar?

Tine asintió.

-Ayer... Compré una película, no era lo que buscaba y fue mi primera compra.

-Lamento oir eso señor ¿Gusta cambiar la Película o que le devolvamos su dinero?

-El dinero, por favor.

-Claro, permitame la pelicula y su ticket de su primera compra, cuando es cliente nuevo hay un numero demás en el codigo así podemos saber que es nuevo.

Él chico comenzó a contar los dígitos y si, había uno de más.

-Efectivamente, fue su primera compra, en seguida le doy su dinero.

Tine asintió y suspiró suavemente, fue más facil de lo que pensó.

Pero fue interrumpido.

-Solo debo revisar la pelicula para ver si es la original.

Dijo el chico poniendo la película en un reproductor y esta comenzó inmediatamente, todos los clientes voltearon a ver la pantalla.

Algunos rieron y otros miraron con desagrado.

Todos ahí sabían que cuando alguien era exigente con las peliculas le daban más opciones y ponían las peliculas en la pantalla.

Veían con impresión a Tine, se veía muy normal y tonto.

Tine miró a todos lados con ojos de suplica y vio como ese chico lindo del día anterior llegaba.

Vio la pantalla, luego a Tine y sonrió muy divertido.

Listo, Tine se quería morir.

-Sabe que, olvidelo... Me voy.

Dijo Tine, ya se había humillado ahora solo le quedaba ir a llorar con sus amigos.

El cajero le regresó la película y Tine salió rápidamente de ahí.

-Bueno Tine, otro día siendo miserable.

Le dio la vuelta al centro comercial y llegó a una tienda, había otra relacionada a ese género, esta era pequeña y nada grotesca.

Solo que esta solo se encargaba de las revistas y libros de ese tipo.

Tine en adultolandia Where stories live. Discover now