~(Capitulo 8)~

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El no saber la ubicación de la casa de Lupin, solo los estaba retrasando, después de varias horas, se habían dado cuenta que el viaje que planearon no iba a llevar a nada. Que era una perdida de tiempo.

Con algo de molestia e incomodidad decidieron dar media vuelta y regresar a la madriguera, debido a que era lo mas conveniente, sería sencillo, lo único bueno del rápido regreso, era que nadie sabría de la salida de los gemelos y Harry, por lo tanto no estarían en problemas una vez pongan los pies en la casa.

-No tiene sentido-murmuró Harry mientras veía por la ventana del auto, las esponjosas nubes-. Creí que sería distinto.

George se movió incomodo en el asiento trasero, para luego seguir durmiendo plácidamente.

Fred miro de reojo a Harry.
-Ese hombre que buscas... ¿Es tío, abuelo, hermano o primo?-le preguntó curioso. No podía evitar sentirse mal por el viaje fallido.

-Un amigo... No mio... De mi padre. De su juventud, cuando eran alumnos, y tenían menos edad...

-Oh... Ah, si. Te entiendo-le comento asintiendo sin despegar su vista del cielo-. Y lo quieres buscar ¿Por el motivo de...?

Harry se encogió de hombros y continuo mirando la ventana, sentía que había perdido tiempo valioso, un tiempo que para Sirius significaba una eternidad bajo los dementores.

-Solo quería buscarlo-le respondió.

~•~
El auto encantado del señor Weasley aterrizó con fuerza, a unos pocos metros de la madriguera. Una distancia prudente para que nadie se diera cuenta de algo extraño.

-Listo-comento Fred saliendo del auto y estirando sus brazos por encima de su cabeza-. No fue tan complicado...-miro su casa con una sonrisa-. Esperó mamá no haya armado un escandalo por la fiesta de pijamas.

Harry intento sonreír, pero se le fue difícil. Había metido en problemas a los gemelos. Ahora ellos tenían que cargar con el castigo cuando la señora Weasley se enterara de a donde habían ido en realidad.

Y aunque Harry planeaba y había prometido no decir nada, un sexto sentido le advertía que la señora Weasley ya estaba enterada, un sexto sentido que en ese momento era representado por Ron quien los miraba desde la ventana de su habitación.

-Ronnie-saludo Fred con un gesto amigable.

Ron negó despacio y deslizó las cortinas de su ventana.

-¿Y esa aptitud?-se alerto Harry.

Fred sonrió restándole importancia.
-De seguro recordó un accidente que tuvimos. Sobre un peluche-araña-palmeo la espalda de Harry-. Mejor hay que ingresar a desayunar, antes que mamá nos extrañe mas-toco dos veces la ventana del asiento del pasajero para que George se levantara.

~•~

Lo que paso a los pocos segundos de haber entrado en la casa, fue algo que Harry no pudo prevenir. Aunque quería decir algo para que los gemelos no se vean muy perjudicados, pero por como estaba la situación, eso solo podría empeorar todo.

La furia de la señora Weasley era clara y se le podía notar principalmente en su mirada, tal sentimiento causaba que Harry sintiera la culpa de todo lo sucedido.

-¡EN EL AUTO!-grito Molly en medio de la sala, mirando a sus hijos con la manos bien puestas en la cintura-. ¡NO CREAN QUE ESTO SE ARREGLA FÁCIL!

-Pero ya estamos aquí-se defendió uno de los gemelos-. No paso...

-¡No, Fred!-le dijo-. No digas nada ¡Y no creas que todo sera como antes! ¡Cuando venga Arturd hablaremos! Ahora por el momento no quiero verlos, no quiero que estén aquí ¡Y no piensen que irán lejos! ¡se quedaran en su habitación hasta que terminen las vacaciones! Ay y podre de ustedes que me desobedezcan ¿Entienden?-con la mirada mas severa que podía tener, le indicó que se retirara a su habitación.

George al ver que su hermano no se movía, lo codeo y un poco lo empujo para que caminara.
Mientras lo hacían dirigieron una mirada de disculpas a Harry por dejarlo solo... Una vez los gemelos subieron a su habitación, Molly suspiro para poder calmarse.

-Señora Weasley fue mi...

-No cielo-hablo Molly volteando a verlo con una mirada calmada-. No los defiendas, solo eres un niño... En cambio ellos, y sus ideas mas...

-Es que enserio fui yo. Yo les pedí a Fred y George que me levaran a Escocia-le dijo sintiendo la obligación de tener que hacerlo.

Molly se sentía perdida.
-¿Porque?-quiso saber-. ¿Sucedió algo, cielo?.

Harry al principio dudo en contarle, pero luego decidió arriesgarse.

-Yo... Vi. Mi vida.

-Oh... Cariño-sonrió con ternura y le acarició el cabello-. Si los gemelos te hicieron una broma de mal gusto. Solo dímelo.

-No. Enserio señora Weasley-le dijo sonrojado-. No se como paso, pero lo vi. Toda mi vida, incluso mi futuro.

-Tal ves solo fue un sueño.

Harry volvió a negar.
-Se que lo vi. Lo sentí.

Molly se empezó a preocupar. Si solo por un sueño había corrido el riesgo de ir hasta Escocia. No quería ni imaginar lo que haría después.

-¿Quieres hablar con alguien mas sobre eso, cariño?

Harry piensa por un momento, luego asienta confiado. Y pide hablar con Dumbledore o que por favor lo lleven con el.

Pero la señora Weasley decide llamar al director.

Segunda Oportunidad-HPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora