~(Capitulo 4)~

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Después de aquel delicioso desayuno, los Weasley no parecían tener el menor interés en separarse de Harry, pues a los jóvenes les fascinaba la idea de saber que el niño que vivió había llegado a su hogar en plena mañana.
La única que estaba inquieta y algo curiosa era la señora Weasley.

Molly consideraba que debía conversar con el y conseguir algo de información que confirmara sus sospechas, antes de que fuera en búsqueda de Dumbledore y armará un problema.

-Harry, cariño-empezó con una voz dulce, se encontraba sentada en frente de el, sus hijos guardaron silencio para escuchar-. Según tengo entendido, vives con tus tíos. ¿verdad, cielo?

-Con mi tía Petunia. Su esposo y Dudley. Si-le respondió con algo de incomodidad, solo esperando que no pensaran en devolverlo a Privet Drive. Conocía muy bien el lado protector de la señora Weasley. Pero aun así no debía confiarse, debido a que el directo de Hogwarts podía ser muy persuasivo.

-Según se, cariño, ellos son muggles. Pero... ¿Te contaron sobre... la magia? Sobre nuestro mundo.

-Si, bueno... ellos conocen muy bien... O algo, pero yo lo supe por mi cuenta... Es difícil de explicar-murmuró las últimas palabras-. Mis tíos no tienen mucho aprecio por los magos. Les da terror... Se sienten muy amenazados por la mínima cosa.

En el rostro de Molly se dibujo una expresión de preocupación.

-Puedes quedarte aquí el tiempo quieras, Harry-dijo el señor Weasley con una sonrisa amigable y miro al azabache de manera paternal-. La madriguera no es muy grande, pero podemos hacer espacio... Ron es de tu edad, pueden compartir dormitorio.

Harry devolvió la sonrisa con agradecimiento y miro de reojo la reacción de Ron. Este estaba algo ansioso.

Molly se levantó de la silla y miro a su esposo, parecían poder comunicarse por telepatía.
El señor Weasley asintió, agarro su varita que estaba sobre la mesa y poniéndose su capa de viaje, salio de la casa. Solo dirigiendo una mirada de despedida a su familia.

-¿Sucede algo?-preguntó Fred a su madre, una vez su padre desapareció con un fuerte sonido.

Harry no pudo evitar pensar en Dumbledore, sabia que algo no le cuadraba a la señora Weasley, tal vez pensaba que el había sufrido algún tipo de maltrato en Privet Drive y por ese motivo había huido de la casa de sus tíos. Aunque no le gustaba saber qué los señores Weasley se meterían en problemas con Dumbledore, no podía negar que ambas partes eran ciertas, si había sufrido muchos tipos de maltrato y si había decido huir de sus tío muggles y nunca iba a volver, ni para despedirse.

-Acomoden sus dormitorios-ordeno Molly a los gemelos y Ginny-. Y eviten hacer mucho ruido, Percy aun duerme... Mi niño, se quedo toda la noche estudiando-las ultimas palabras sonaban dulces.

Ron compartió una mueca con Fred.

-¿Enserio estaba estudiando?-se asombro George-. No puede existir tremendo imbe...

-¡Fred cuida esa boca!

-No soy Fred. Enserio Mujer. Soy George.

-No me interesa. Vaya a su habitación, rápido-les dijo, cuando se iban retirando sus hijos, dirigió su mirada más maternal a Harry-. Si necesitas algo, cariño.

-Estoy bien así señora Weasley-le dijo con una sonrisa-. Aunque...-dirigió su mirada hacia sus rodillas-... Deje toda mi ropa en Privet Drive.

-Ron puede prestarte ropa. Luego nos la arreglaremos.

~•~

El dormitorio del pelirrojo se encontraba tal y como lo recordaba Harry, con la única diferencia que solo había una cama.

Harry sonrió mirando los póster. Todo daba un color naranja muy fuerte.

-Este es corto-comento Ron mientras sacaba un pantalón de entre toda su ropa, volteo para mirar al azabache y sus mejillas se sonrojaron violentamente-. No quiero decir que seas bajo de estatura... Solo que...

Harry río negando con la cabeza.
-Se que no soy alto, descuida.

-¡Pero puedes crecer!

-Mm... Tal vez. Supongo.

Ron volvió a mirar el montón de ropa que tenía sobre su cama.
Volviendo a buscar alguna otra prenda que pudiera usar su nuevo huésped.

-Oye por cierto..-hablo Harry sin nada de incomodidad acercándose a la ventana-... ¿Podrías ayudarme en algo?

-Eh... ¿Que?-se extraño.

-Necesito ayuda... Tengo que encontrar a alguien antes de que llegue septiembre.

Ron lo miro más confundido.
-¿A tus tíos?-le preguntó-. ¿A esos muggles?-no quería sonar grosero, pero era claro que si vivía con esas personas era porque no le quedaban familiares magos vivos.

-En realidad no-le dijo con un gesto-. Necesitó encontrar a Sir..-se cerro rápido la boca y volteó sintiéndose algo tonto, se había olvidado que su padrino estaba en Azkaban.

-¿A quien?

-Lupin-dijo rápido-, es antiguo amigo de mis padres.

El pelirrojo no parecía muy seguro.
-Bueno podemos decirle a mi padre sobre...

-¡O vamos Ron, hay que buscarlo nosotros!-le dijo animado y se acerco a el-. No sera muy difícil, solo tenemos que ir a Escocia.

-Pero...

-¡Hay que ir ahora! Regresaremos antes del primero.

-No se...

-Fred y George pueden ayudarnos. Voy a preguntarles-salio de la habitación sin perder la sonrisa. La sensación de aventura le llenaba por completo. Recordaba todos esos años y no podía evitar pensar en liberar a Sirius cuanto antes.

Segunda Oportunidad-HPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora