How to be a King » Muke

XVI.

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— ¿Mikey? —Preguntó Stonem del otro lado de la línea.

— ¿Qué sucede? —Habló mientras ordenaba las cosas en la sala de control, Liam ya había tomado su puesto en la guardia nocturna. Así que Clifford ya era libre de irse a dormir.

— ¿Podrías preguntarle a Luke si mi anillo está en su cuarto? —

— ¿Qué anillo? ¿El de tu familia? —

— Si, fue el último lugar donde estoy seguro que lo tenía. —

— De acuerdo, ahora voy. — Cortó el teléfono mientras rodaba los ojos, luego del encuentro que había tenido con el príncipe por la tarde y como este lo había dejado con la palabra en la boca quería evitarlo a toda costa.

Demoró un rato entre decidir si tocar o no la puerta, hasta que lo hizo. Pero nadie respondió. Supuso que tal vez el príncipe no estaba en la habitación así que entró para buscar el anillo por si mismo. —Si yo fuera un anillo donde estaría...—Comenzó a hablar solo mientras miraba atentamente el piso, buscando el anillo de plata con una gran S en el centro tallada a mano.

Después de gatear por toda la habitación con la linterna de su celular lo encontró en la entrada del closet. Soltó un suspiro de alivio y se puso de pie, dispuesto a irse.

Pero el universo tenía otros planes para él.

Escuchó la voz de Luke cerca de la puerta, tuvo unos segundos de pánico en el que decidía si esconderse o explicar que hacía el allí. Prefirió la primera, cuando el príncipe se fuera al closet o al baño correría hacia la puerta.

Llegó a esconderse perfectamente bajo la cama justo en el momento en el que la puerta se abrió.

— Cuando tenga un tiempo libre intentaré hablar con Malcom.—Le dijo el príncipe a Dylan, este estaba parado sobre el marco de la puerta.

— De acuerdo, yo iré a dormir, si quieres mañana antes de que inicies con tus clases hablamos de nuevo. — El rubio asintió con la cabeza y cerró la puerta. Michael desde su escondite veía los pies del príncipe caminando alrededor de la habitación.

Vio como los pantalones del menor caían al suelo y lo maldijo en su interior por ni siquiera acercarse al closet para que el pudiera irse. Vio cómo se colocaba los pantalones de seda de su pijama y sintió como saltaba sobre la cama.

— Finalmente...—Soltó mientras tomaba el libro que había sobre su mesa de noche sobre historia de Idealem para terminar de leerlo. Michael estaba en duda, no sabía si el príncipe estaba durmiendo o que estaba haciendo. Cuando estuvo a punto de amagar a salir de su escondite, unos golpes en la puerta lo obligaron a volver a su lugar.

— Pase...—Escuchó la voz de Luke, la puerta se abrió e intentó adivinar de quien eran esos pies. 

— ¿Cómo estás? —Distinguió la voz de Calum mientras este se sentaba en la cama frente a su amigo.

— Bien ya sabes, aquí aprendiendo a como ser un rey. — Calum sonrió y negó con la cabeza. —Si... ya sé de qué hablas.—

— Te falta ese brillo especial en los ojos. —

— No lo necesito, no debo pensar en eso. —Soltó el menor mientras cerraba el libro, para prestarle atención a su mejor amigo.

— Luke tienes que hablarlo con alguien, si te guardas todo lo que sientes simplemente explotarás. — Dudó por unos segundos, Calum tenía razón. Necesitaba alguien con quien hablar.