VIII.

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— ¿Y qué tal dormiste?—Preguntó Camille con tranquilidad mientras observaba como Kol le colocaba azúcar a su café. Michael observó de reojo a Luke mientras este dudaba antes de contestar, estaba casi seguro de que la princesa estaba al tanto de su escapada con su hermano y el príncipe Louis a juzgar por el tono de la voz de la chica.

— Muy bien de hecho, lástima que mi sueño fue perturbado a las 4 AM. —Soltó con tranquilidad y el guardaespaldas sonrió evitando soltar una carcajada. Sarah se acercó al príncipe con el celular de este en su mano.

— Príncipe Luke, tiene una llamada. —El chico observó con pena su pastel, y extendió su mano para que la mujer le entregara el celular.

— Hola, ¡Olivia! —Soltó con un tono alegre el príncipe provocando que el guardaespaldas se tensara al escucharlo, la princesa Camille rodó los ojos ante la mención de aquel nombre. Había estado hablando con esa chica en el baile y no fue para nada agradable. — ¿El té? ¿Esta tarde?—Alejó el artefacto de su oreja tapando el micrófono y se dirigió a Sarah. — ¿A qué hora tengo mi tiempo libre hoy?—

— Entre las 4 PM y las 6 PM, alteza. —Respondió la mujer después de revisar rápidamente el ajustado itinerario del futuro rey.

— ¿Te parece a las 5 PM, Olivia? —La mandíbula de la princesa Camille cayó hasta el piso, acababa de ser traicionada. —De acuerdo, nos vemos—El oji azul cortó la llamada y le devolvió el teléfono a su asistente, quien se encargaba de manejar la mayoría de las redes sociales del príncipe y retenía su celular para que este se concentrara en sus deberes. La chica observó a Hemmings con el ceño fruncido. — ¿Qué?— La princesa de Inglaterra no pronunció palabra alguna, esperaría que el príncipe se diera cuenta solo de su error. Clifford contenía la risa porque hasta él sabía el motivo del enojo de la princesa. — ¡Oh, nosotros íbamos a tomar el té!— Camille asintió con la cabeza.

— No lo digas— Susurró Michael para sus adentros. —Te pido por favor que no lo digas. —Cerró los ojos esperando las palabras inevitables de Luke.

— Bueno pero podemos tomar el té con Olivia. —

— Ahí está, lo dijo—El guardaespaldas abofeteó mentalmente al menor. La princesa rodó los ojos y el mayor decidió intervenir. —Lamento meterme pero... princesa Camille creo que Luke aún no se dio cuenta de la tensa relación entre usted y Olivia. —

— ¡Ves! ¡Hasta Michael lo notó y tú no! ¡Y estabas al lado mío mientras hablábamos! —El príncipe hizo una mueca culpable, seguro estaba distraído. —Gracias Michael, y ya sabes que puedes decirme solo Camille. —El oji verde asintió con la cabeza con una media sonrisa y volvió a su posición anterior, parado detrás de la princesa.

— ¿Qué te dijo puntualmente? —Preguntó Hemmings antes de llevarse a la boca un trozo del pastel de chocolate, estaba famélico.

— No es que dijo algo puntualmente, fue su tono, su actitud conmigo. —Michael asentía con la cabeza ante las palabras de la princesa, Ashton le había contado acerca de la actitud hostil de la sobrina de la marquesa hacía la princesa. —Insinuó que mi vestido era feo—Luke abrió los ojos como platos, el vestido de Camille era hermoso por lo que él recordaba. —Era un Valentino original, mi vestido es lo más cerca que esa chiquilla estará de usar un vestido así. — Soltó con desprecio y el príncipe abrió los ojos como platos ante las palabras de la princesa. —Lo siento, pero cuando me encuentro con gente así saco lo peor de mí. —Explicó Camille mientras comía un muffin con tranquilidad. —Sé que a ella lo que menos le interesa es si mi vestido era bonito o no...—Michael asintió dándole la razón a la princesa, Luke sonrió al ver los gestos del guardaespaldas. —Es obvio que sus ojos están en algo más, digo... alguien. —Luke estaba tomando tranquilamente su café y se ahogó con este, el guardaespaldas se acercó a él y le palmeó la espalda, mientras Hemmings intentaba recuperar la compostura.

How to be a King » MukeWhere stories live. Discover now