CAPITULO 16

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30 de mayo de 2019

- ¿Estás segura que me vas a dejar hacer eso sola?

Alex gruñó bajito admirando los dedos finos de Lucía deslizándose por el consolador.

- ¿Vas a usar eso? - Alex ni se dio cuenta de que estaba jadeando, pero apenas podía esperar para ver la castaña poniendo aquello.

- Quiero que lo hagas. - Lucía murmuró. Estaba ansiosa, su estómago vibrando en espera. El olor delicioso que exhalaba del cuerpo de la castaña provocando su libido la hacían querer coger con ella sin parar.

- Lu... ¿Estás segura que quieres eso?

- Yo quiero.

- Pero si duele... - Lucía la calló con un beso. Alex retribuyó, perdida demasiado para seguir negando el pedido de su mujer. Perdida demasiado para pensar en cualquier cosa.

Alex se burló bajito y apretó la sábana de la cama cuando Lucía, ya debidamente desnuda, se sentó en su regazo, haciendo así que su pene entre en contacto con su vagina mojada y caliente. La castaña se colocó en el regazo de la chica y pegó sus labios a los de Alex, rodeando la boca de la más mayor luego con la punta de la lengua y así creando un beso casi vulgar, con ambas lenguas tocándose. Lucía montó en su cintura y gimió, frotando su intimidad en el abdomen de Alex.

- ¡Lu! - Alex gimió cuando la mujer agarró con firmeza sus senos mientras seguía frotándose con lentitud en su cuerpo.

Con Lucía aún en su regazo, Alex la besó con avidez y voluptuosidad. La castaña gemía a cada desliz de las manos de Alex sobre su espalda el toque era íntimo, casi delicado, pero para Lucía era como pasar hierro en brasa sobre su piel.

La chica gruñó bajito cuando Alex le mordió el labio y frotó con extrema fuerza su polla, rebolando circularmente. Ella conseguía sentir toda la excitación de la castaña, hasta que la misma levantó un poco la cadera, apenas suficiente para poder dirigir la polla de Alex hacia su entrada, luego sentándose sobre ella lentamente, saboreando cada centímetro de su mujer. Al sentir todo el pene de Alex dentro de sí, la más mayor se permitió gemir largamente, echando el cuerpo hacia adelante nuevamente, pero esta vez con el pene de la chica de ojos claros todo dentro de sí.

- Apuesto a que amas cuando estoy así de excitada - Ella susurró en el oído de Alex mientras se movía de forma lenta, sintiendo el pene de Alex en todas partes dentro de su coño.

Alex nada dijo, pero se movió, haciendo que Lucía soltara un gemido alto por la posición que hizo el pene de Alex entrar aún más profundo en ella. Alex respiraba descompasadamente, era una tortura sentir la vagina de Lucía masticar su polla a cada rebolada que la más mayor daba. Ella era tan deliciosa, tan caliente y la visión de la castaña saltando en su regazo hacía su vientre apretar cada vez más. Los cuerpos sudados sólo las hacían deslizarse más, Lucía rebolaba como loca, con las dos manos en los hombros de Alex para darse apoyo, ella subía y bajaba en la polla de la ojiverde, gimiendo algunas bajerías en su oído.

Alex agarró el cuerpo pequeño de la castaña y lo arrojó en la cama, quedando por encima. La boca carnosa de la mujer estaba aún más hinchada, y sus ojos continuaban en el tono claro que hipnotizaba a Alex.

En un acto impulsivo, Alex metió su polla completamente profunda en Lucía, haciendo que la mujer se moviera de placer. Ella bajó su cara hasta su cuello, deslizó su lengua por el lugar entre el cuello y la clavícula de ella. La más mayor arpó y arrastró con fuerza sus uñas por la espalda de la ojiverde, sintiendo las embestidas profundas y nada gentiles dentro de sí.

El pene de Alex vibró cuando Lucía sonrió y buscó el vibrador que había sido dejado de lado, poniéndolo todo en su boca y lubricándolo con su saliva.

MI ALUMNA... MI AMANTE (Luciale) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora