CAPITULO 8

6.7K 277 52
                                    

13 de abril de 2019

- ¿No vas a querer ir a comer con nosotras? - La voz de Sol sacó a Lucía de sus pensamientos, haciéndola encararla.

- Lo siento. - Negó con la cabeza.
La morena observó a la castaña guardar algunas de sus cosas en su carpeta y arregló la desorganización total en su escritorio, luego se sentó de nuevo en su silla.

- ¿Quieres decirme lo que te está dejando así? - Sol preguntó y Lucía suspiró. - ¿Problemas con tu marido?

- Sin ofensas, pero tu serías la última persona que yo pediría ayuda o un consejo en ese caso. - La castaña habló con una sonrisa torcida y Sol arqueó una ceja.

- Ah, vamos, no soy tan mala, va ... - Lucía rodo ojos, tratando de ignorarla. - ok, en serio ahora, ¿qué tienes? - preguntó un poco más cerca. – estas tan triste...

- No me pasa nada - Frunció el ceño.

- No me haces tonta, Sandoval. - Reprendió. – Tú estás extraña, distante, y con los pensamientos bien lejos. Yo nunca te vi tan triste y sinceramente, odio verte así.

- Yo... Estoy normal, Sol. - La morena la miraba con una cara nada convencida. - Estoy un poco cansada últimamente...

- ¿Por qué todavía intentas inventar excusas?, ¿sabes que te conozco como la palma de mi mano? - Sol cruzó los brazos.

- Vamos a hablar de ti. ¿Cómo va el noviazgo? - Cambió completamente el asunto y Sol suspiró derrotada. – Tú todavía no me presentas a tu novia.

- Ella está realmente ocupada... - La morena pareció un poco pensativa antes de decir. - Sabes, ella me llamó para ir hoy al pub donde ella trabaja, ¿vamos?

- ¿Hoy?

- Sí, como tú y yo no trabajamos mañana podríamos...

- No sé Sol, ayer Benjamín y yo peleamos...

- ¡Sabía! - La interrumpió. - Yo sabía que me escondías algo. ¿Es por eso que andas así?

Lucía tragó en seco y asintió. Obviamente no era la pelea (más una de tantas) con su marido que la atormentaba. Las cosas entre Alex y ella estaban peores que nunca. La semana entera, Alex no había mirado a la castaña, ni una sola vez. No es que Lucía la culpara, pero eso sólo hacía que la profesora se sintiera aún peor por lo que había hecho el último fin de semana.

Su mente continuaba volviendo a aquel momento en el cuarto de la ojiverde, cuando Lucía había sido la mayor idiota de todas. La forma en que Alex la miró estaba definitivamente grabada en su subconsciente. ¿Por qué tenía que ser todo tan complicado? Era una mierda, ¿por qué ella simplemente no conseguía parar de pensar en la más joven? Lucía no quería pensar en eso, pero la carne era demasiado débil y su corazón no se resistía.

- Vamos, dime. - Sol interrumpió sus pensamientos.

- No hay nada que contar. - Respondió encogiéndose de hombro. - Sólo peleamos de nuevo.

- ¿De nuevo? - La morena frunció el ceño. - ¿Hay algo que pasa y no lo sé?

- ¡Hay mucho que suceda que no sabes! - Sol levantó las cejas sorprendida. - Y no me mires con esa cara, eres la peor persona en cuestiones de consejos amorosos. Al menos para mí.

- ¡Claro!, Tu marido es un idiota, ¿qué tipo de consejo yo te daría? El chico no puede hacerte llegar al orgasmo ni cuando te está chupando, tú misma lo has dicho una vez. - Lucía hace una mueca, no podía negar, Sol tenía razón. - Pero confieso que estoy curiosa, ¿por qué pelearon ayer?

MI ALUMNA... MI AMANTE (Luciale) Where stories live. Discover now