Soufflé

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Jungkook estaba actuando extraño últimamente, trataba de regalarle aquellas sonrisas que la hacían suspirar pero lo único que podía brindarle eran muecas tristes.

—¿Estamos bien?—preguntó por tercera vez la pálida. Sentándose al lado del tatuado, toma una de sus grandes manos entre las suyas, solo cubriendo una pequeña parte.

—¿Por qué estaríamos mal?—esas eran las únicas respuestas que recibía si indagaba sobre el estado de su relación. Pese a sus palabras, ella sabía que algo estaba mal.

Antes los ojos de Jungkook solían brillar cuando la veían o la observaba hacer cualquier cosa, ahora sólo había ese destello de duda y de enojo.

Cuando actúas mal recibes lo mismo, no es algo nuevo. El karma es el poste estelar de la historia.

—¡Joder, Jungkook!—molesta de las dudas que la llenaban de un sentimiento asqueroso, grita contra su novio, quien aparentaba estar demasiado tranquilo contra el sofá de su departamento—. Deja de actuar así.

Todo parecía ajeno, justo ahora no parecía el mismo Jungkook que hace unos días. Soohe no podía adivinar que había cambiado y aquello la estaba volviendo loca. Incluso todo pareció intensificarse cuando el postre del día fue un soufflé de chocolate amargo.

Odiaba el chocolate amargo pero parecía que era lo único que obtendría de Jungkook. Pensar en la posibilidad de que supiera todo la estaba matando.

—Estamos bien, Dae.

No.

Aquello no era cierto.

No More|kth, jjk (Coffee #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora