*EXPONIENDO TRAUMAS*

257 45 7
                                    

En serio no debería...

Ni siquiera debería de hablar de todo lo que tengo sepultado profundamente en mi alma.

Dentro de esa imaginaria tumba dónde he plantado flores junto con una gruesa y gigante lápida la cual honra a la antigua Hanna están todos mis traumas de infancia y juventud.

No obstante, heme aquí, frente a mi amiga del alma...

Quien está haciendo todo lo posible para que excave en mi interior y salgan a relucir todas mis inseguridades.

Ahora, manejar esos recuerdos requieren un traje nuclear especial.

Tomandome mi tiempo decido que puedo manejar lo que voy a decir.

Respiró antes de comenzar a hablar.

"Cuando era niña mi madre nunca tenía tiempo para mi, pues su trabajo la absorbía demasiado."

"Lo cual hizo que yo comiera en exceso al estar sola en mi casa."

"Nadie me cuidaba y sin embargo yo debía cuidar de mi pequeño hermano, de la casa y de mi padre."

"De todo el quehacer de la casa y te estoy hablando de que tenía once o doce años máximo."

"Para los quince ya estaba bastante gorda."

"Además me atacó el típico acné en toda la cara."

"Sabes que tengo cutis graso."

"Por cierto me trajiste mi espuma para lavarme la cara?"

Ericka me ve con cara de pocos amigos.

"No cambies el tema de conversación, Hanna, sigue hablando."
Comenta Ericka mirándome.

"Bueno, solo preguntaba..."

"En fin, junto a todo eso, la nula atención de mi madre hacía mí solo hizo que me vistiera horrible."

"Mi inseguridad se elevó al mil por ciento."

"Sin amigos, ni amigas, todos los niños me rechazaban."

"Por lo que me sentí más fea, sucia, gorda ya que todos me evitaban."

Ericka suspira.

"Estás contando la historia de mi vida, solo que mi madre me quería según ella tanto que me daba comida de más."

Ericka comenta esto.

"Eso es todo lo que te sucedió Hanna?"

"No, eso solo es lo bonito de mí adolescencia."

*En la Inconsciencia-consciencia de Leo*

Hanna está contando la historia de mi adolescencia también, pues como a todo niño gordito los demás me hacían bullying y me ponían apodos humillantes.

Las niñas bonitas ni se molestaban en mirarme, ni por lástima.

A diferencia de ella si tuve amigos, aunque solo fueron dos.

Héctor y Mateo, mis grandes Brothers, mis camaradas, mis amigos del alma.

Los cuales desafortunadamente por el paso del tiempo nos llevó por caminos separados, por lo que no pudimos volver a vernos.

Hanna prosigue con su relato.

Necesito escuchar lo que dirá.

"Cuando tenía dieciséis años conocí al que fue mi primer intento de novio."

"Fue un chico guapo, bueno realmente para mí todos eran guapos."

"Nunca entendí porque se acercó a mi en ese entonces."

LA DÉCADA ENTRE NUESTRO AMOR Where stories live. Discover now