*UN NUEVO COMIENZO*

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***HANNA***

Mientras tomo un café medito en lo tranquila y hermosa que es ahora mi vida.

Después de todo lo malo, lo bueno y lo terrible que pasamos juntos Leo, Ericka, Santos y yo, saber que podemos ser felices de nuevo es realmente maravilloso.

No puedo creer que ya han pasado seis meses desde que me comprometí con Leo.

Y aunque nuestra idea principal era casarnos de inmediato, tuvimos que postergar la fecha de la boda porque la temporada de lluvias se extendió más de lo previsto.

Y aunque solo sería una ceremonia pequeña, no queríamos que nuestros invitados sufrieran los estragos de los chubascos que han caído en la Ciudad de México.

Aquí cuando llueve, mega llueve.
Y eso trae inundaciones, tráfico extremo y dolores de cabeza.

Por eso decidimos esperar a que la temporada de lluvias termine para poder realizar nuestra anhelada boda.

Justo cuando me paro frente al ventanal de la sala, comienzan a caer lentamente gotitas pequeñas de lluvia.

Martín, con una sola orden, hace que mis perritos se metan a su casita para que no se mojen.

En verdad admiro al cuidador de mis perritos, pues el ha impuesto reglas estrictas con mis perritos para que sepan cómo deben comportarse.

Y las rompo de vez en cuando consintiendolos con algún premio.

Martín me tiene paciencia, demasiada diria yo porque siemrpe termino siendo blanda con perros.

Como no serlo?

Me derriten de ternura cuando mueven sus colitas y miro sus caritas felices!

Mis perritos son puro amor!

Un trueno relampaguea en el cielo, iluminadolo.

El estruendo se escucha tan fuerte que hace vibrar las ventanas de la casa.

Un relámpago más cae casi de inmediato, por lo que Martín se da prisa para entrar en la casa.

Él y yo observamos la tormenta eléctrica detrás de la seguridad de la ventana.

Yo, en lo particular me coloco de rodillas en mi sillon mas alejado de las ventanas.

"Te asustan los truenos, Hanna?"

Me cuestiona Leo.

"No, pero no me gustaria que alguno me cayera encima."

Respondo sin dejar de mirar.

Leo me abraza por detras con sus enormes brazos por la cintura mientras recarga su mentón en mi hombro.

Ha aprendido a como abrazarme, porque nuestra diferencia de tamaños a veces es notable.

Pero él siempre logra que nos acoplemos.

Un rayo más golpea el cielo y nos ilumina por completo.

El ruido me hace brincar debido a lo repentino del mismo, por lo que me aferro a Leo.

Leo se rie antes de abrazarme con más fuerza.

"No tengas miedo mi amor, estando yo contigo te protegeré de todo."

Recargo mi cabeza en su sólido pecho sintiéndome verdaderamente protegida.

Si alguna vez por accidente chocara contra su fuerte y duro pecho, estoy segura que me rompería la nariz.

Como si nos leyéramos la mente nos coordinamos para besamos.

Yo con la cabeza ladeada, Leo con la cabeza hacia abajo.

LA DÉCADA ENTRE NUESTRO AMOR Where stories live. Discover now