*AMANTE DE POR VIDA*

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***HANNA***

"Leo, no creo que debamos estar aquí."

Mi voz muestra mi clara preocupación.

"Hanna deja de hablar."

Leo me empuja a una gran habitación iluminada de esta enorme casa alemana.

Para nuestra sorpresa, nos encontramos con una cama hermosa y antigua muy al estilo europeo.

Leo cierra la puerta detrás de nosotros.

Un enorme ventana redonda permite el paso de los bellos rayos plateados de luna.

Puedo apreciar las estrellas destellar mientras que afuera se escuchan las risas, pláticas y música de la fiesta.

Son las doce de la madrugada en este momento.

Durante un buen tiempo, Leo y yo nos contuvimos para no escaparnos de la fiesta por la boda de Kristoff y Elke para buscar lugarcito para amarnos.

Nos habíamos estado acariciando sensualmente debajo del mantel de la mesa durante la cena.

Cuando bailamos, lo hicimos pegaditos, buscando el mayor contacto posible mientras nos besabamos apasionadamente.

Y cuando estábamos de pie hablando con mas personas y metiéndonos mano discretamente...

Nos excitaba saber que nos hablaban y nosotros intentabamos responder de forma natural aunque estuvieramos sintiendo nuestros dedos subir mas y mas a nuestras entrepiernas.

Aunque en un principio los amigos de Kristoff y los demás invitados nos miraban de forma curiosa y hasta con algo de recelo, después estaban brindando con nosotros.

Ada les explico a que nos dedicábamos y les dijo que vendíamos.

Ada y Elke se cuidan demasiado, lo hacían antes de venir a Mexico por trabajo y lo hacen ahora.

Con eso despertaron la curiosidad de todos los invitados por nuestros productos.

Creo que eso es lo que mas les admiro a los extranjeros, que ellos se cuidan antes de que se enfermen.

Ellos cuidan y previenen mucho en cuanto a salud se refiere.

Las mujeres comienzan muy jóvenes a cuidarse y a nutrirse bien.

Creo que deberíamos de aprenderles mas a los extranjeros porque los mexicanos no nos cuidamos hasta que ya estamos en el hospital sintiendonos fatal.

Prevención, eso nos falta en Mexico.

Mas cultura de la prevención, pero poco a poco lo estamos logrando, una persona a la vez.

Ada les cuenta de un producto que ella tomo para dejar de fumar.

Nadie le creyo que con ese producto el cigarro le sabia horrible, por lo que sus amigos quisieron verlo en persona.

Leo fue a la camioneta para traer lo que necesitamos para el reto.

Hans, un fumador empedernido de puros y cigarros fue el designado para que ser el conejillo alemán para el experimento.

Celulares en mano, tik toks abiertos, Snapchat e incluso videollamadas hasta Alemania para compartir el reto con los amigos de los amigos se alistaron.

Todos estabamos listos.

Hans se puso el producto debajo de su lengua y espero un minuto o dos a que hiciera efecto.

Leo y yo nos reíamos porque sabíamos que iba a funcionar perfectamente.

Uno de sus amigos le dio un cigarro encendido a Hans.

LA DÉCADA ENTRE NUESTRO AMOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora