LA DÉCADA ENTRE NUESTRO AMOR

*NUESTRO HOGAR*

***LEONARDO***

Cuando por fin llegamos a casa de Hanna, una felicidad inusitada nos inunda.

Estamos felices de estar fuera del ambiente demasiado helado y blanco del hospital.

Sus perros ladran felices al verla.

Demandando cariño dando saltos, por lo que Hanna los acaricia al igual que yo también lo hago.

Martin apareció en el jardín dispuesto a controlarlos.

Lo saludé con gusto pues el hombre se ha convertido en un buen amigo para nosotros en este tiempo.

Ahora que Hanna será mi esposa, sus perros también serán responsabilidad mía, pues ella los quiere como si fueran sus "hijos."

Aunque la verdad es que deseo tanto tener mis propios hijos con Hanna.

Aunque tal vez esperare un año para embarazar a Hanna.

Debo informarme bien acerca de embarazo a su edad para que sea un embarazo seguro para Hanna.

Estoy segura de que ella será una excelente madres cariñosa, paciente, dedicada, amorosa.

"Entremos a casa mi amor."
Pido hacía Hanna.

Martín se hace cargo de los pequeños perritos.

"De acuerdo amor mío."

Responde Hanna antes de que ambos enlacemos nuestras manos.

Estoy un poco ansioso.

Le espera a Hanna una agradable sorpresa, la cual planeamos entre Ericka y yo.

Con ayuda de Santos, Ericka me dijo que todo estaba listo, por lo que les debo mucho a ellos dos.

Algo raro se traen esos dos, lo sé, lo percibo.

Todavía no estoy completamente de mis sospechas, así que por el momento lo dejaré fuera de mis pensamientos.

Hanna camina conmigo para abrir la puerta y lo primero que ve es un arreglo de flores hermosas para ella colocado en medio de la gran mesa.

Siempre quise regalarle flores a Hanna antes.

Pero estaba seguro que si lo hacía, ella se pondría loca y comenzaría a planearme citas a ciegas con niñas.

O buscarme otra Marlene.

Hanna camina hasta el hermoso y fragante regalo floral.

Toma mi tarjeta emocionada y la lee para después abrazarme.

Poniéndose de puntillas, Hanna me besa emocionada.

"Sabes que nadie, nunca antes me había regalado flores?"

"Ni siquiera tus antiguos ancianos, digo amantes?"
Cuestionó a Hanna con tono burlón.

Hanna me da un golpe con su mano de forma juguetona en mi pecho.

"No, ni ellos, porque con ellos solo era..."

Hanna se detiene porque estoy seguro que ella iba a decir que solo los quería para tener sexo y nada más.

Y no sabes cuánto me alegra saber que Hanna nunca más volverá a tener sexo con nadie más que conmigo

Es mía y de nadie más, les gané yo a todos esos ancianos.

"No, mi relación con ellos era de otra índole, lo sabes perfectamente Leo."
Responde Hanna.

"A cuantas de tus chicas les regalaste flores antes?"