𝗲𝗶𝗴𝗵𝘁 ; 𝗵𝗼𝗹𝗱𝗶𝗻𝗴 𝘆𝗼𝘂𝗿 𝗯𝗿𝗲𝗮𝘁𝗵.

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JULLS.

El día de hoy nos habíamos dividido en dos grupos. Por un lado iríamos Liam, el Sheriff y yo, y por otro lado, Lydia, Scott y Malia.

Ellos iban a intentar recordar a Stiles mientras que nosotros iríamos a la comisaría en busca de más personas en Beacon Hills o cosas que simplemente nos ayudaran.

Al llegar a la comisaría, nos dimos cuenta que estaba hecha un desastre y, que realmente ya nadie quedaba en Beacon Hills además de nosotros.

Papeles por todos lados, ventanas y escritorios rotos, y como no, una parte de la pared quemada.

Seguimos caminando, y si, definitivamente ya nadie más que nosotros quedaba en Beacon Hills.

De un momento a otro comencé a escuchar unos ruidos provenientes de unos aparatos, claramente que el Sheriff supo desde un principio de que se trataba y no dudó en tomar una de las radios tiradas en el suelo. Me pregunto cómo después del todo desastre había algo funcionando aquí.

—Aquí Stilinski, ¿alguien me copia?, –dejó presionado el botón, esperando una respuesta. Pero no hubo ninguna, —Habla el Sheriff Stilinski del departamento de Beacon Hills, ¿alguien me copia?, –de nuevo, no hubo respuesta, —Habla el Sheriff-

—No hay nadie, –Liam le interrumpió y
puso su mano en su hombros, —Todos se fueron.

—No es posible que todos se hallan ido, –Stilinski se giró hacia nosotros, —Es imposible.

—Ahora todos se fueron, –dije, —Solo quedamos nosotros en Beacon Hills.

***

—Tenemos que seguir el plan.

—El plan de Scott es que ataquemos a todos los jinetes sin ser llevados, –contra ataqué, —¿Cómo resultará eso?

—Tenemos que mantenerlos alejados de los chicos, –argumentó Stilinski, —Hasta que puedan recordar a Stiles.

Suspiré exasperada, —Y cómo hacemos que lleguen a aquí.

—No será necesario, –dijo Liam viendo al suelo, —Ya están aquí.

—¿Qué tan cerca?, –preguntó Stilinski y miré a Liam.

—Demasiado.

—¿Cuántos?

—Uhm, escuche un par de caballos, tal vez cinco, cinco máximo.

—Muy bien, tres de nosotros, cinco de ellos, –el Sheriff cargó su arma.

—Esperen, ¿de verdad vamos a hacerlo?, –frunci mis cejas preocupada.

—Podemos con ellos, Julls.

—¿Con los cinco?, –ambos suspiraron y asintieron.

—Si...

—Andando, –sin esperar más, el Sheriff abrió la puerta. Dejando ver a más de cinco jinetes frente a nosotros.

Enseguida ellos sacaron sus pistolas y empezaron a disparar. Logré hacerme a un lado cubriendome al igual que Liam, pero el Sheriff no se pudo salvar y de todas formas fue llevado por lo jinetes.

HABIT ↻ liam dunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora