𝘁𝘄𝗲𝗻𝘁𝘆 𝗻𝗶𝗻𝗲 ; 𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹 𝗳𝗶𝗴𝗵𝘁.

2.1K 145 30
                                    

LIAM.

¿Como se supone que pelearemos contra el anuk-ite sin siquiera poder verlo?

Sin duda era algo que nos tomaría tiempo. Pero por eso, Scott y Malia habían ido en busca de Deucalion, ya que él podría enseñarnos a hacerlo en menos días para así enfrentarnos al Anuk-ite.

Por otro lado yo me encontraba en la biblioteca. Estaba esperando a que Nolan apareciera al lugar y así poder hablar de lo que él tanto quería.

—¿No se siente bien verdad?, –hablé al verlo aparecer por uno de los pasillos.

Varios estudiantes se le quedaban viendo, sin disimular. Tal y como me miraron a mi cuando ellos me agarraron a golpes.

—¿Sabes por qué te miran así?

—¿Me tienen miedo?, –murmuró él.

—Les da miedo lo que dirás y a quien se lo dirás, ya nadie confía en ti.

—¿Entonces por qué respondiste mi mensaje?

—Él no lo hizo, –Julls apareció en el pasillo, poniéndose a mi lado, —Yo lo hice.

—Solo acepté venir porque tal vez quiero patearte el trasero.

—Dije que los ayudaría, –comentó el castaño, —Puedo enseñarles algo, que sé que querrán ver.

Julls y yo nos miramos unos segundos.

—¿Dónde?

—En el hospital.

—¿Por qué no nos dices lo que es?, –pregunté frunciendo el ceño.

—Porque tengo un plan.

—¿Tú?, ¿tú tienes un plan?

Él asintió varias veces, —Si, mhm, les mostraré lo que deben ver en el hospital luego, Liam, me golpearás para que Monroe crea que me sacaste la información a golpes.

Julls frunció el ceño confundida.

—Este es el plan más tonto que he escuchado.

Bajé la cabeza, torciendo los labios.

—Bueno..., a mi si me gusta ese plan, –asentí, —Muy bien, muéstranos lo que dijiste.

Nolan asintió y nos hizo una seña con su cabeza para que siguiéramos. Tomé la mano de Julls y ambos empezamos a seguirlo. Salimos de la escuela y subimos a su auto, ya que así sería más rápido llegar al hospital. Apenas llegar a esta nos escabullimos por la entrada trasera por petición del rubio. Finamente llegamos a la recepción y desde un rincón Nolan empezó a mostrarnos aquello que quería que viéramos.

—¿Ven a ese enfermero de ahí?, –señaló con su cabeza a un hombre de tez morena que atendía a un niño, —Por eso no entramos por el frente.

—¿Quién es?, –pregunté.

—Está con Monroe, estuvo ahí anoche, le dieron un arma como a los demás, –explicó en voz baja, —¿Ven esa ahí?, –ahora señaló a una chica que se encontraba en el mostrador de la recepción, hablando con una pareja mientras escribía algunas cosas, —Estaba detrás de mi. Son más de lo que creen, y no solo son cazadores, son todos los que estén dispuestos a tomar un arma. Anoche les enseñaron a como usarlas, que hacer si se encasillan, están armando su propio ejército y ya están listos para atacar.

—¿Enfermeras?, –murmuró Julls, sin poder creerlo.

—Todo el mundo..., –apreté suavemente mi mano contra la de ella y me giré hacia Nolan, —¿Esto querías mostrarnos?, ¿Que todo el mundo nos odia?, pude haberlo averiguado yo solo.

HABIT ↻ liam dunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora