𝘀𝗲𝘃𝗲𝗻𝘁𝗲𝗲𝗻 ; 𝗷𝘂𝘀𝘁 𝗴𝗼 𝘁𝗼 𝘁𝗵𝗲 𝘄𝗼𝗼𝗱𝘀.

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JULLS.

Desde que regresé a Beacon Hills se hizo costumbre venir por las noches a dibujar en el bosque.

Por más que el Sheriff e incluso Liam me advirtieron de lo peligroso que podría ser, no dejé de venir al bosque.

Aquí logroba encontrar una inspiración diferente, que me ayudaba "encontrarme a mi misma", lo que no me servía de mucho ya que lo único que venía hacer era a dibujar, ver el cielo, o simplemente ver las luces de la ciudad. Lo cual era muy agradable.

Un viento no tan fuerte golpeaba mi rostro, levantando mi cabello castaño hacia atrás haciéndome sentir relajada.

Los chicos me habían contado que tenían un claro en el bosque donde aveces ellos venían a pasar el rato juntos. Lugar que les robé, ya que cada que podía venía aquí, sola, o aveces acompañada.

Pero hoy me encontraba sola.

Tenía mi cuaderno de dibujo apoyado sobre mis piernas. Flexionaba estas para así tener un apoyo y poder dibujar mejor. No era una artista en el dibujo pero este se me daba bien.

Esta vez no había dibujado nada en específico. Solamente me dejé llevar por mi imaginación e inspiración.

Empecé con una montaña rocosa, luego una luna llena, un cielo semi-oscuro y por último, en la punta de la montaña, un lobo negro aullando.

Irónico, porque lo primero que pensé cuando terminé mi dibujo, fue en Theo. Ya que este en su forma lobuna, era de pelaje negro.

De pronto un escalofrío pasó por mi cuerpo al sentir a alguien detrás de mi. Totalmente paranoica, me giré levemente hacia atrás intentando verificar si había alguien, o algún animal.

Ya que no vi nada. Dirigí la mirada al frente, confundida. Debió ser acerca. Ya que yo no tenía ese poder de escuchar todo a lo lejos.

Sacudi mi cabeza, y pasé de página para hacer otro dibujo. Aun me quedaba tiempo.

Stilinski finalmente dejó que viniera al bosque, pero claramente, tenía una hora de llegada. La cual respetaba solamente para no molestar o preocupar a Noah. Porque si por mi fuera, me quedaría toda la noche apreciando la naturaleza.

El sonido de una aves chocando contra los árboles hizo que diera un brinco en mi lugar, moviendo mi lápiz y estropeando el dibujo.

Alcé la mirada hacia uno de los árboles y miré con el ceño fruncido. Luego, justo a mi lado, escuché el gruñido de un animal. Uno que me tensó por completo.

Tragué saliva armándome de valor para girar la mirada hacia mi derecha. Me quedé lo mas quieta posible, para que asi aquel animal no quisiera atacarme.

Cuando finalmente giré la mirada, me encontré con un lobo de pelaje negro. Estaba sentado en suelo a mi lado y movía su cola mientras tenía su hocico abierto, jadeando.

Había visto este lobo antes. Suena irónico, pero era el mismo. Aunque, a la vez es imposible.

Miré de reojo mi dibujo del lobo en mi cuaderno, luego miré al lobo. Y así unas cuantas veces.

Se supone que él sigue ahí abajo.

Lo reconsidere una y mil veces. Quise pensar que podía simplemente estar delirando y estaba equivocada.

Pero algo en mi decía que era él, que de alguna manera estaba aquí.

Lo miré cuidadosamente. Balbucee un poco hasta que por fin su nombre salió mi boca:

—¿The- Theo?

El lobo se levantó y me tense mucho mas. Arrepentida de no haber salido corriendo.

HABIT ↻ liam dunbarWhere stories live. Discover now