El Sabor del Deseo (ADAPTACION BRITTANA)

Capítulo 11

Capítulo 11

Santana se escabulló durante la mañana siguiente. Se unió a sus hombres durante los ejercicios de espada, se reunió con sir Brady y salió a cazar con Quinn. Cuando regresó al castillo, se encontró con una disputa en el salón que se había salido de madre.

Kitty y Brittany estaban arreglando cuentas la una con la otra, peleándose como verduleras. Santana se abrió paso a través del grupo de curiosos que había a su alrededor y se colocó entre ellas.

-¿Qué diablos está ocurriendo?

Kitty se giró hacia ella con sus ojos verdes brillando de furia.

-Por favor, no maldigas en mi presencia, mi señora.

-Mis disculpas, mi señora -le espetó Santana con sarcasmo-. ¿Serías tan amable de decirme qué significa este comportamiento tan impropio de una dama?

-Con mucho gusto -respondió Kitty lanzándole a Brittany una mirada cargada de rencor. -Esta muchacha jacobita me ha insultado.

Santana alzó una ceja en dirección a Brittany.

-¿Brittany...?

-Yo sólo le he sugerido que, teniendo en cuenta que Misterly va a ser el hogar de lady Kitty, deberíamos esforzarnos por llevarnos bien. Tu futura prometida irrumpió en la cocina profiriendo insultos. Y entonces, sin provocación previa, le lanzó una taza de té a Winifred a la cabeza mientras insistía en que habían ignorado deliberadamente sus órdenes. Había enviado a su doncella a por una taza de chocolate y Winifred le preparó un té en su lugar. Winifred le explicó a lady Kitty que no había chocolate. Yo sólo traté de explicarle que no contamos con muchos lujos en Misterly.

-Voy a procurarle una gran riqueza a este matrimonio, mi señora -aseguró Kitty-, y deberían proporcionarme todo lo que desee.

Santana contuvo un gruñido.

-Hazle saber tus deseos a sir Brady y él hará lo posible para satisfacer tus necesidades en un plazo razonable.

Kitty dio un pisotón al suelo.

-¡Quiero chocolate ahora!

Santana alzó los ojos al cielo suplicando paciencia.

-¿Tenemos algo de chocolate, Brittany?

-No, mi señora. Es lo que acabo de decir. El chocolate es un lujo que los Pierce no han podido permitirse. Y aunque hubiéramos tenido un poco, después de este arrebato, Winifred lo hubiera enterrado en el jardín antes de servírselo a tu dama.

Santana reprimió una sonrisa.

-Ahí lo tienes, lady Kitty. Sin duda intentaremos por todos los medios conseguir tu bebida favorita en el futuro.

Kitty señaló a Brittany con el dedo.

-Exijo que la castigues por su irrespetuoso comportamiento.

-¿Qué sugieres? -preguntó Santana con falsa tranquilidad.

Kitty le dirigió una sonrisa encantadora.

-Una buena paliza la pondría en su sitio. Tienes que dar ejemplo a los demás jacobitas, mi señora.

La furia de Santana pendía de un frágil hilo.

-Estoy tratando de llevarme bien con los miembros del clan de Brittany, y tú no me estás ayudando. Los necesito para que Misterly prospere. Tu riqueza no servirá de nada si no hay nadie trabajando los campos, recolectando las cosechas y atendiendo al ganado. Debes aprender a llevarte bien con esta gente, porque ellos son ahora tu gente.