𝒆𝒙𝒕𝒓𝒂 𝒖𝒏𝒐

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Liam casi no gustaba de salir a su patio trasero, su hermana le había dicho que era un lugar muy lindo como para alguien como él, que solo le haría daño a las bellas flores con su fealdad. Y liam siempre lloraba por recibir esas palabras horrible de parte de su hermana.

Papá rey la castigaba e iba a consolarlo y recordarle lo hermoso que es.

Esa tarde su hermana Gigi había invitado ha algunos de sus amigos del colegio por ser su cumpleaños. Y ahora su patio estaba lleno de niños corriendo de aquí para allá felices.

Él también quería hacer lo mismo.

Su madre subió para ponerle su traje color azul cielo y peinar sus ricitos. Ya eran más de las seis y por fin podría salir a jugar y divertirse como los demás. La reina lo tomó en sus brazos para llevarlo e integrarlo con los demás niños. El pequeñito no quería que lo dejara solito, sabía que sus hermanas no le prestarían atención y él tenía miedo de que los otros niños no quisieran ser sus amigos.

—amor, ellos vienen a jugar contigo y con tus hermanitas, diviértete. —beso su frente, liam marcó más su puchero pero la reina lo ignoró siguiendo su camino de regreso a la estancia donde estaban los padres de los niños.

Liam junto sus manitas y camino hacia uno de los niños que jugaban con una pelota blanca y grande. Tocó el hombro del niño más grande para llamar su atención.
—yo–yo, ¿puedo–? —el niño más grande lo ignoro y siguió en lo suyo. A liam eso lo puso más triste.

Busco con su mirada a otro par de niños, miró a su hermana mayor jugar con las muñecas y se acercó tímido queriendo jugar con ella.
—Nicola, ¿yo puedo jugar? —la miro haciendo un pucherito.

—¡no dejaré que tus feas manos toquen mis muñecas! ¡Eres feo, liam, muy espantoso! —los niños que escucharon aquello comenzaron a reír. Liam no aguantó más y corrió para estar lejos de los otros niños.

Liam es un bebé muy sensible.

Llegó hasta donde se encontraba una pared de ladrillos y se dejó caer tapando su carita con sus manitos, las lágrimas y los sollozos ya se habían apoderado de él. Su pechito dolía, las palabras feas de sus hermanas siempre lograban ponerlo mal.

“eres feo, nadie te quiere por eso” ¡sus papis si lo querían! ¡Ellos lo amaban!

Escucho un ruido por los arbustos, asustado se escondió detrás de la “pared” tallando uno de sus ojitos pero sin perder de vista aquel arbusto.
—¡lo encontré! —un niño más grande salió de ahí con un balón rosado en sus manos. Liam salió de su escondite captando la atención del otro niño. —¿estás bien, pequeño? ¿No te has lastimado? —se acercó a él preocupado, se arrodilló frente suyo para comenzar a revisarlo.

—no, yo estoy bien, soy fuerte. —sonrío mostrando sus dientecitos y el hueco donde hacía falta uno.

—seguro que eres fuerte. —sacudió su cabello haciendo que estos caigan tapando los ojitos del niño. —¿cuál es tu nombre, amiguito?

—soy liam —tendió su manito la cual fue estrechada por el otro niño.

—yo soy zayn, ¿quieres ir a jugar conmigo y mis amigos?

—no, ellos no me quieren ahí. —hizo un puchero triste. —pero si tú quieres puedes ir. —regreso a su lugar y cruzó sus piernas al estilo indio comenzando a arrancar pequeños trozos del pasto.

—me quedaré contigo. —dijo zayn sentándose a su lado. Liam aplaudió feliz.

Zayn comenzó a contarle de él y su familia. Se enteró que tenía dos hermanas más pequeñas que él, que tenía doce e iba al colegio junto con su hermana gigi. Su color favorito es el amarillo y de lo mucho que le gusta jugar a la pelota. Liam también notó que su nuevo amigo gustaba de hacer feliz a los demás, varias veces se acercó a hacerle cosquillas y dejar besos en sus mejillas para distraerlo.

—eres muy lindo. —susurro liam sonrojado.

Zayn rió encantado.
—también eres muy lindo, pequeño ojos de bebé. ¿quieres que hagamos algo nuevo? —liam ladeo su cabeza sin entender. —te mostraré. —de su bolsillo sacó una navaja, pero liam seguía sin entender. —con esto tallare nuestras iniciales en el pozo, este será nuestro lugar de encuentro. Ya que gracias a este lugar nos conocimos. —liam asintió emocionado y dejó que zayn hiciera lo suyo. —he leído algunos libros donde hacen esto pero en el tronco de un árbol, pero me parece más genial que sea en el pozo. Pero esto tomará tiempo así que mejor ve y recoge algunas flores para adornar el pozo. —liam asintió y fue a buscar las más bellas.

A decir verdad liam no sabía el nombre de las florecitas, así que tomó las que a él le gustaron más; que fueron cinco de color amarillo, cinco rojas, seis rosadas y tres blancas. Mientras Zayn aún terminaba de tallar aquello liam se dispuso a decorar.
Luego de lo que pareció una hora Zayn por fin terminó.

—¿y qué te parece? —preguntó feliz de su nueva obra. L+Z. Los deditos de liam trazaron las letras con emoción.

—es muy lindo, zay. —rió feliz.

Zayn sintió una corriente subir por sus deditos, una gran felicidad lo había llenado al escuchar esa oración. Tal vez él podría hacer feliz al niño siempre que pudiera.

—seremos amigos para siempre, li. —es mucho tiempo.

—sí, siempre zayn. —lo abrazo con fuerza siendo recibido con la misma intensidad. Ambos felices se quedaron así por un rato.

[...]

holii

iba a subir este extra ayer pero no se pudo y hasta hoy me pude conectar.

amo que les haya gustado, ksjsjs, los amo. bai

quasimodo | ziam mayneWhere stories live. Discover now