𝒑𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒆

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La misma semana Zayn lo visito durante todo el día, lo apreció sin vergüenza alguna y sonrío encantado al verlo de esa forma. Lo ama. Y decidió dejarle en claro la belleza que emanaba su bello rostro. A los ojos de la persona indicada siempre sería hermoso.

“—me encanta la forma en la que tu nariz queda bien con tu carita a pesar de verse algo hinchada. —liam había reído cerrando su ojito, el nerviosismo había desaparecido con esa oración. —y en este momento te lo vuelvo a dejar en claro, amore mio, —se acercó lo suficiente sin apartar sus ojos de los de liam. —tu rostro sigue siendo el más hermoso en este lugar. Todo tú es perfecto. —depositó un beso en su ojito con mucha ternura, liam lo abrazo con fuerza sintiéndose más amado.

Quería tanto a Zyan.

—te amo. —susurró escondiendo su cabeza en su cuello.

—yo te amo más, amore mio. —dijo besando esa mariquita color chocolate que tenía en su cuello causando la risa de liam.”

Sus padres estaban felices de que su hijo hubiera recapacitado a tiempo, esa decisión habría afectado a todos y nadie merecía sufrir de tal manera. Mucho menos si una muerte es lo que traería.

—ustedes dos son la pareja ideal, son el uno para el otro, ¿ya quedó claro? Ni harry ni nadie podrá separarlos. —el rey beso los nudillos de liam y después dejó unas palmadas en la espalda de Zayn feliz.

Liam rió abrazando a zayn por la cintura, se sentía tan feliz, tan lleno.
La presentación ya casi sería hecha, ya todo estaba listo y solo era cuestión de esperar unos días más. Harry no había aparecido después de ese día y eso parecía ser lo mejor hasta ahora. Si llegaba a la reunión se le avisaría que hubo un cambió de planes y no habría boda. Lo cual fue un gran peso menos de encima para Zayn porque se negaba a compartir a su liam, él quiere ser el único en la vida el castaño.

Y estaba dispuesto a luchar contra dragones de ser así.

“—no quiero condenarte a ser como yo, zay. No quiero ese destino para ti, no te lo mereces. —dijo el castaño poniendo sus manos en las mejillas del moreno dejando suaves caricias.

—deja de tomar decisiones por mí, liam. Te lo he dicho muchas veces, a mí no me importaría ser como tú el resto de mi vida, de nuestras vidas. ¿Es que aún no te das cuenta que para mi vida lo más importante que hay eres tú? ¡Y no me importaría ser igual o que nuestros hijos salgan así! —cambio de posiciones y ahora era él quien tomaba el rostro de liam entre sus manos acercándose más. —al final el amor siempre es más grande y ellos nos tendrán a nosotros, —beso su nariz, —a sus padres y a sus tías. —dejó un último beso para después tomarlo en sus brazos.

—siempre dices las palabras indicadas para hacer que deje de dudar, pareces brujo. —rió agarrándose con fuerza de Zayn.

—harry parece más brujo y no veo que le digas algo. —se quejó, liam rodó sus ojos y se acomodó mejor en sus brazos.

Oh, zayn.”

Una parte de liam aún estaba preocupada por si zayn cambiaba de opinión y decidía dejarlo solo, pero no estaba dispuesto a dejar que esa parte ganará. Él creería fielmente en las palabras de su amado.

Zayn no era un mentiroso.

También gracias a zayn lograba verse al espejo por las mañanas y admirar su rostro como si fuera la mejor obra de arte, podía pasear por el castillo sin sentir vergüenza de sí mismo. Su familia estaba orgulloso de él, por fin estaba dando ese paso que tanto necesitaba. Y es que todos sabían que lo único que necesitaba para verse como lo que es fue amor.

quasimodo | ziam mayneWhere stories live. Discover now