quasimodo | ziam mayne

𝒔𝒊𝒏𝒐𝒑𝒔𝒊𝒔

Jaxon estaba furioso, el rey estaba en su casa para hacerle saber que tenía que largarse del pueblo, que ya no era requerido en ese lugar, ¡como si fuera tan fácil desecharlo cual si fuera basura!
—¿qué es lo que estás esperando para darme el poder? ¡Debes cumplir tu parte del trato! Si quieres que me vaya tendrás que cumplir. —su mandíbula estaba apretada.

—¡¿cuál trato?! Usted me amenazó y yo nunca acepte darle algo a cambio, no pongas palabras en mi boca que yo nunca dije, jaxon. —tomo su espada y se puse en posición de pelea. —he dejado que sigas con tus sucios juegos, he dejado que pases sobre la ley, ¡solo vete y deja las cosas como están!

—yo no soy así, no te dejaré las cosas fáciles, mi buen rey, oh, rey, ¿es que acaso cree que no se que su esposa está embarazada? ¡Y de un barón! ¿Qué gran sorpresa no cree? Después de dos intentos por conseguir un hombrecito por fin lo lograron —jaxon sonrío de lado.

El rey se acercó enojado y trató de ponerle una mano encima, pero no logró acercarse, jaxon fue más rápido y logró esconderse. Brujería.

—¡no te atrevas a lastimar a mi hijo o a mí esposa? ¡¿Entiendes?! Esto se trata de ti y de mí, ellos no tienen porque salir afectados en todo esto. —la risa de jaxon lleno el lugar.

—¿es que crees que a mí me gusta jugar limpio? Oh, mi rey, mi poderoso rey — la risa se escucho mas cerca, el rey asustado tomo su espada dispuesto a atacar —no sabes con quien te metiste, no sabes todo el poder que tengo y mi rey, te tengo comiendo de la palma de mi mano, tal y como quería —se dio media vuelta y movió la espada en círculos.

—¡déjame verte! ¡Peleemos como hombres que somos, no juegues tus cartas conmigo, jaxon, yo también se cosas sobre ti! —estaba alerta, comenzó a recorrer el cuarto en busca de jaxon, movía su espada como si de un juguete se tratara.

Vio un libro viejo y muy grande, se acercó para tomarlo pero él brujo fue más rápido.
—oh, rey —de nuevo su risa. —¿cómo qué? ¿Qué soy un brujo? ¿Qué gano dinero jugando sucio? Todos en este pueblo están más que enterados de lo que hago. —jaxon apareció por el otro extremo de la habitación junto con una espada y una sonrisa torcida en su rostro. Comenzó avanzar hacia el rey. —No olvides lo que hice por ti, te saque de ese horrible pantano, te convertí en todo lo que la reina karen quería como esposo —le arrebato la espada a geoff, el rey estaba paralizado. Geoff quería olvidar eso, quería que eso se quedara en su pasado y que no viniera atormentarlo, mucho menos ahora. — te di poder, amor, un cuerpo humano, ¡te lo he dado todo y así me agradeces! ¡Queriendo desterrarme del pueblo! —comenzó acercarse.

—¡entiende que lo hago por el bien de los habitantes! ¡Les haces daño! —comenzó a retroceder, pero jaxon se acercó más y más, geoff chocó con la pared y espero lo peor.

—okay, me iré —se dio media vuelta y aventó las espadas al piso, geoff intentó tomar la suya pero desapareció. —pero te a tendrás a las consecuencias.

—haz lo que quieras conmigo, regrésame al pantano, mátame, lo que sea —paso la lengua por sus labios —pero con mis hijos y mi esposa no te metas, con ellos no, por favor.

Jaxon le dio una sonrisa de autosuficiencia. —no eres nadie para decirme con quien me cobrare esto. —tomo un libro del estante, sacó lo que parecía ser una olla y comenzó a vertir algunos líquidos. —¿Sabes la historia de quasimodo, verdad? Oh, espera, olvidaba qué los sapos no leen —rió. Geoff ignoro su mal chiste —sigamos, quasimodo era un hombre que carecía de belleza, tenía una gran joroba y solo podía ver con un ojo por la deformidad que tenía en el otro, el jorobado de notre dame. Las personas del pueblo no eran sus amigos, nadie lo que quería todos le tenían miedo, y quasimodo solo quería amor —echo un líquido verde a la olla y siguió — un día llega una gitana al lugar, Esmeralda era su nombre, ella al igual que muchos llegó a ese lugar con la intención de ganar dinero y tener un mejor futuro, ¡pero ahí no querían a los gitanos! —estrelló su mano en la mesa mirando con odio a geoff —claude frollo, el supuesto padre de nuestro querido quasimodo, era el encargado de sacar a todos los gitanos de la ciudad, los odiaba, ¿y adivina qué? La madre de quasimodo era una gitana. —su sonrisa se ensancho —Pero claude no contaba con que un nuevo caballero llegaría.

—¿a dónde quieres llegar con todo esto, jaxon? — se estaba comenzando a preocupar, tenía miedo de lo que sea que jaxon estuviera haciendo en esa olla.

—sin interrupciones, rey.—lo apuntó —Con el tiempo Esmeralda cayó a los pies del caballero, pero lamentablemente el sentimiento no era correspondido. Un día Esmeralda se encuentra con quasimodo y el cae enamorado de ella, porque Esmeralda era diferente y se lo dejó en claro muchas veces —jaxon comenzó a revolver lo que sea que tuviera en la olla —ella, como ya era algo común, se estaba escondiendo de claude y entra al campanario, ahí ve de nuevo a quasimodo y él la lleva arriba para que vea las estrellas, ahí es donde ella dice que le gustaría ser libre para por fin dejar de esconderse. Nuestro querido quasimodo entiende ese sentimiento y la ayuda a escapar. Lo demás es relleno así que pasemos. —siguió. —Llegó el día en que atraparon a Esmeralda, quasimodo al ver que la iban a ejecutar trato de llegar lo antes posible para ayudarla, pero llego tarde, Esmeralda perdió la vida en brazos de claude y oh, el caballero también estaba ahí — humo comenzó a salir de la olla y jaxon tenía una sonrisa malvada en su cara, algo planeaba y Geoff lo sabía. —quasimodo quedó destrozado, el amor de su vida había muerto entonces, ¿que haría él ahora? —echo un líquido morado— Y quasimodo cegado por el dolor, la tristeza y el enojo mató a claude frollo y al caballero, tal y como ellos habían acabado con la vida de su amada Esmeralda. — comenzó a salir más humo de la olla. —Llegó a la tumba de su amada y se dejó morir de hambre, tiempo después el esqueleto de quasimodo fue encontrado arriba de la tumba de Esmeralda. Y fin, ¿qué es lo que aprendimos hoy? —Geoff no respondió, siguió observando el humo salir de la olla —uno hace lo que sea por amor así esté no es correspondido. Que no hay que dejarse llevar por las apariencias, hay que amar lo que tenemos adentro. Quasimodo puede no haber sido lo que entra en el término de hermoso, ¿pero que tenía él que no tenían claude o el caballero? Exacto, un buen corazón, valentía y mucho amor para brindar.

—lo entiendo, jaxon, pero no se a dónde quieres llegar con todo eso, no se porque sigues revolviendo lo que sea que haya en la olla, ¿puedes dejar de hacerlo? Y termina con esto rápido, tengo que ir a ver a mi familia —jaxon aún sin desaparecer su sonrisa tomó un frasco y echo ahí la sustancia.

Se acercó a geoff y comenzó a caminar a su alrededor.
— a ese pequeño bebé que viene en camino en quasimodo lo convertirás, —comenzó a vertir la sustancia haciendo un círculo alrededor de geoff, el intento moverse pero no lo logró

—¡jaxon, no, por favor, a mí hijo no!

—deformaciones en su cuerpo le darás, de su destino él no huirá. Entre el amanecer y el ocaso tendrá la apariencia de un monstruo y en las noches la de un ser hermoso. —tiro sal y de la sustancia comenzó a salir humo. Olía a quemado.

Geoff estaba llorando y jalaba su cabello con desesperación, ¿qué es lo que había hecho? ¡Había lastimado a su bebé! Todo es su culpa, por estúpido, por dejarse engañar, ¡por no haber huido!
Jaxon reía desquiciado, geoff no había salido libre de todo eso, pagaría muy caro las consecuencias de haberlo echado del pueblo y no darle lo que merecía.

Un llanto de bebé hizo eco por toda la habitación.
Geoff al escuchar eso comenzó a gritar pidiendo ayuda, sentía que su cuerpo quemaba, «esto debe ser un sueño, nada es real, no puede ser cierto, ¡mi bebé! ¡Mi pequeño bebé!» lágrimas caían y caían, no había solución, ¡el estúpido de jaxon arruinó todo!

Geoff intento acercarse pero no logro nada, no lograba separar sus pies del piso. Jaxon se acercó al rey y de un puñetazo lo mandó al suelo, cayendo sobre la sustancia y quemado su espalda.

—que tengas muy feliz viaje, rey geoff — una patada en su rostro y para él todo se volvió oscuridad.

[...]

Disculpen si hay errores (: