Capítulo 9.

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Tyler Kerlsonn.

¡Maldición!, pensé, golpeando la pared del baño con mi puño. Maldición.
Miré el piso, apoyando mi cabeza contra la pared frente a mí, sintiendo el agua fría mojarme por completo.
Suspiré.
-De verdad..., ¿qué puedo hacer? -mire mis manos-. Aquella vez que te toqué cuando estabas ebrio...Dios, fue una sensación exquisita, Derek -reí y enredé mi mano derecha entre las hebras doradas de mi cabello mojado-. Ah, eres una maldita adicción, Derek.
Terminando de bañarme me preparé para ir a trabajar a la Universidad.
Agarré mis cosas y me fuí.
Cuando llegué, ví a Derek despidiéndose de su novia con un beso. Y apreté mis puños.
Qué envidia.
Qué envidia.
-Buenos días, profesor Kerlsonn -dijo Kevin, sonriendo mientras agarraba a Derek del hombro.
Lo miré fijamente.
-Buenos días -respondí, viendo a Derek con detenimiento: estaba ignorándome de nuevo viendo a su novia irse.
Fruncí el ceño, sintiendo una tristeza inmensa en mi interior.
Lo ignoré igual, aunque me dolía demasiado.
Cuando fue la hora de salida, quise ir corriendo a hablar con Derek, pero cuando llegué, estaba en la entrada de la Universidad posando su brazo alrededor del cuello de su novia. Estaba hablando con ella y otros amigos además de Kevin.
Me acerqué y Derek me vio de reojo.
Sabía que quería hablar con él.
-Derek -dirigí, pero antes de que pudiera tocarlo, agarró a su novia y la besó apasionadamente mientras me miraba.
Me enfureció.
-¡Uuh! -dijeron varios al unísono, sonriendo y riéndose ante el atrevimiento de Derek.
-Derek, aquí está tu profesor -dijo su novia tímidamente después de que terminaron ese beso largo de lengua.
-Mm...no me importa -dijo, sonriendo mientras se separaba de ella, y entonces me miró con una expresión coqueta, sexy y atrevida, y se lamió los labios tan deliciosamente, saboreando el beso de su novia-. Espero y lo hayas disfrutado.
Qué rabia.
Me había hecho enojar a propósito. Lo hizo a propósito, ¿por qué?
Mierda.
Yo debería de ser el único que te pueda besar y tocar de esa forma, pensé. ¿Por qué hieres mis sentimientos?
Joder, ¡no lo voy a dejar así!
-Derek -dije, furioso.
-¿Qué? -dejó de mirar a su novia y me miró, frunciendo el ceño.
-Quedas suspendido -dije.
-¿Qué quieres de...?-entonces, lo jalé fuertemente de la mano y le llevé a un lugar, escuchando sus quejas.
-¿A dónde me llevas? ¡Suéltame! Sabes que puedo usar más fuerza, así que suel...
Cuando llegué al lugar, que era una de las áreas verdes de la universidad que estaban detrás de esta, lo empujé a la pared.
-¿¡Crees que eso es gracioso!? -grité, posicionando mis manos a los lados de su cabeza, acorralándolo.
-¿Qué?
-¿¡Crees que es divertido jugar con los sentimientos de los demás!?
-Y si así es, ¿qué problema hay?-rio, cruzándose de brazos.
-¿Así de terrible eres conmigo?-dije, dando una sonrisa sin sentido-. Eres terrible, Derek.
-Bien, si soy terrible, entonces, ¿por qué no mejor te largas a buscar a otro Alfa que sí te ame, eh?
Mierda.
Antes de que Derek se fuera, lo jalé del brazo y lo llevé a las bancas de por ahí.
-¿Qué haces?-dijo, frunciendo el ceño.
-Bien, si a tí te gusta jugar con lo sentimientos -lo arrojé a la mesa de metal de picnic grande.

-Bien, si a tí te gusta jugar con lo sentimientos -lo arrojé a la mesa de metal de picnic grande

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Él estaba boca arriba encima de la mesa, debajo de mí.
-...a mí me gusta jugar con el cuerpo -terminé de decir, sonriendo con lujuria.
Perdóname, pensé, Derek, pero no tengo otra opción mas que educarte.
-¿Có...cómo?-sonrió nerviosamente-. Estás bromeando, ¿cierto?-no respondí y le até las manos con mi corbata-. ¿Es por el beso con mi novia? ¡Fue una broma, en serio! -se sacudió-. Re...realmente no era mi intención hacerlo -le quité el cinturón del pantalón lentamente-. Ah...
-Si fue una broma...-le quité el cinturón y, como si de la nada estuviéramos en cámara lenta, mordí el cinturón sensualmente, mirándolo fijamente-, ¿entonces por qué me miraste de esa forma?
-Yo... -impactado, miró hacia otro lado.
-Mírame -susurré, agarrando su barbilla para que me mirara.
Me acerqué lentamente a sus labios, listo para besarlo, pero él tragó saliva y rio fuertemente.
-Mierda, qué susto. Ya ya, aprendí la lección -sonrió-. Ahora déjame -quitó su sonrisa y me miró furioso.
Me acerqué a él y le susurré:
-No.
Rápidamente le puse el cinturón en la boca como si fuera una mordaza. Él rugió y, a punto de dar un patada, me senté bien encima de su cadera, sintiendo su grande pene pegado al mío.
-Mm...Jo...der -apenas podía hablar.
Le subí la camisa mientras mi otra mano deambulaba por todo su abdomen fornido.
Su piel era suave y blanca.
Quería probar más.
Mierda.
Tyler detente. Esto está mal. Lo estás obligando, pensé.
Tyler.
Me acerqué a su cuello para lamerlo.
Ya tenía una erección.
-¡Mm...!-gritó Derek-. Su...tame. ¡Mm...!
Tyler, déjalo.
Tyler.
Tyler.
Tyler.
-¡Tyler!-un espantoso grito me detuvo justo antes de bajarle los pantalones.
Había sido Derek, y aunque no lo creyera, se había deshecho del cinturón en su boca.
-Vaya, tendré que ponerte algo más grande -dije, teniendo en cuenta algo pervertido.
-¡Maldito hijo de puta!-rugió-. ¿¡Te das cuenta de la mierda que me estás haciendo!? ¡Quita tus putas y asquerosas manos de mí!
Erguí la espalda.
-¿Asquerosas?-pregunté, mirándolo fijamente.
-Sí...asquerosas.
Nos quedamos en silencio por unos segundos.
-Entiendo -dije, levantándome y quitándome de encima de él. Le quité mi corbata y su cinturón. Me volteé, listo para irme, y lo miré se reojo y le dije-: que te quede claro que...esto era una broma.
-¿Una maldita broma, eh? ¿¡A eso le llamas una broma!?
-Sí.
-Tyler -dijo, y justo cuando me volteé, recibí un fuerte golpe de su parte.
Mi corazón latió fuertemente.
Estaba sorprendido.
Lo miré.
-Ni se te ocurra volver a tocarme -advirtió, sintiendo su enojo.
-Entiendo -dije una vez razoné la situación.
Y me fuí de ahí.
Hasta aquí...había llegado lo que creía que empezaba a inciar entre nosotros.

El amor de un Alfa.Where stories live. Discover now