La vida de Tyler no ha sido nada fácil desde que nació diferente a los demás Alfas; ni siquiera había conseguido un buen lugar en su familia.
Todo solo porque le gustaban los Alfas.
Pero, después de haber tenido un día tan mal, encuentra a un perfe...
Derek Millton. -Maldición, ¿por qué me hicieron invitarlo? -mencioné, agarrando mis cosas para subirme al auto. -Es para que se concilien -dijo Kevin, arrancando el auto. -Así como estábamos era mejor, no tenías por qué intervenir -me senté del lado del copiloto, con mi novia Coraline detrás junto con la novia de Kevin, Amanda. -¿Y su profesor es guapo? -preguntó Amanda. Kevin silbó. Y los dos dijimos al unísono: -Demasiado. -No. Nos miramos. -¿Qué mierda? ¿Te has enamorado de él o qué? -dije, frunciendo el ceño. -Cállate, se lo dije solo para que viniera al viaje -susurró. -Se nota que te quiere. Kevin arrancó el auto y fuimos en dirección al departamento de Tyler. -Uh, ¿en este edificio vive él?-preguntó Kevin-. Se nota que es rico. Tyler se subió al auto y todos avanzamos. Decidí fumar en el camino, pues, aún estando del lado del copiloto, sentía la intesa mirada de él. Después de unas horas llegamos al lugar: era una linda cabaña en la cima de una colina con una vista increíble. El interior era de lujo, así como el exterior.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Y es que, al principio, Kevin iba a rentar una cabaña (por eso invité a Tyler), pero cuando Tyler vio la calidad de la cabaña (que era mala), así decidió meter cartas en el asunto: resultó que su abuela tenía una cabaña hacia donde íbamos, hizo algunas llamadas y nos pudimos quedar en esa cabaña. ¿Quién iba a pensar que sería así de rico? -¡Genial!-gritó Kevin, dejando sus cosas en el suelo-. ¡Profesor Kerlsonn, usted es el mejor! -Gracias -respondió Tyler, dejando, igual, sus cosas en el suelo. Kevin se sentó en el sillón cómodamente. -Ven aquí, nena -dijo. Amanda lo acompañó así como él pedía. Dejé mis cosas por ahí y le hablé a Coraline: -Ven, cariño -ella se acercó y posé mi brazo alrededor de su cuello. Cuando le besé la cabeza, miré a Tyler, quien tenía una mirada intensa pegada en mí; dejé de mirarlo y me separé de ella. -Bien, ¿tienen hambre o prefieren salir a pasear? -preguntó Tyler, dirigiéndose a la cocina. -¿Sabe cocinar, profesor?-preguntó Kevin. -Por supuesto -rio-. ¿Qué quieren? -Mm...cualquier cosa estaría bien, supongo. -Seguro. Él estaba solo en la cocina. Kevin y yo estábamos charlando junto con nuestras novias. ¿No se sentirá solo?, pensé. ¿Debería de ir con él y ayudarlo? Me cruzó ese pensamiento por la mente una y otra vez, pero una parte de mí no estaba realmente convencida. -Genial -susurré, levantándome del asiento, decidido a ir hacia donde estaba Tyler. -¿A dónde vas? Vamos a jugar cartas -dijo Kevin. -Iré a ayudar al profesor Kerlsonn, no tardo. -B...bien. Cuando entré a la cocina me lo encontré de perfil partiendo zanahorias; su cuerpo era grande, su cintura era delgada y su espalda ancha; se veía sexy cuando cocinaba. Estaba tan concentrado en eso. ¿Cómo se verá sin ropa y con delantal?, pensé. Me apoyé en el marco de la puerta de entrada hacia la cocina y lo miré cruzando los brazos. Era tan delicioso: esa pose, sus cortes al cortar la comida, sus movimientos, su rostro tan concentrado, todo. Y entonces él habló, sacándome de mi mundo. -¿Vienes solo a verme o se te ofrece algo? -mencionó, aún viendo la zanahoria que partía. ¿Cómo supo que estaba ahí si ni siquiera me vio?, pensé. -De hecho, vine a ayudarte. Dejó de cortar la zanahoria para verme. Mierda, esa mirada... -Bien -siguió cortando. -¿Qué quieres que haga? -¿Sabes cocinar? -Por supuesto que sí. Vivo solo. -Entiendo. Entonces ve haciendo la sopa de fideos. Añádele condimentos para... -Sí, lo sé -entré a la cocina y lo miré-. Sé qué debo hacer; le añadiré mi especialidad para sorprenderte -sonreí, sacando los materiales necesarios. -Bueno, pues...-sonrió-sorpréndeme.