Capítulo Extra

1.1K 172 76
                                    

Hace una semana Bakugou y yo estamos juntos, ya saben, como una pareja. Después de ser honestos entre nosotros, y dejar las tonterías de los malentendidos atrás, era obvio que nuestra relación se iba a profundizar y consolidar, lo que no podía dejarme más contento.

Puedo llegar a observar otros lados del rubio que nunca creí que existían, es maravilloso ver cada uno de sus gestos a veces más altaneros y a veces más avergonzado. Lo mejor de todo es que seguía siendo mi amigo, podíamos bromear y entrenar a gusto, usando toda nuestra fuerza sin temor a que alguno se enfadara. En realidad, lo que sería más probable, es que Bakugou se enojase conmigo si en un enfrentamiento no fuese con todo.

Me sentía tan feliz, tan lleno, que quería gritarlo a los cuatro vientos. Decirle al mundo que amaba a ese loco y varonil rubio, y decirle al mundo que por algún extraño milagro Bakugou parecía sentir lo mismo que yo.

Pero no era lo mismo para el chico explosivo.

Recuerdo bien nuestra conversación.

- ¿Quieres que le mintamos a nuestro amigos? – le pregunté a Bakugou al día siguiente de nuestro increíble beso.

Yo ya estaba deseoso de poder presumir nuestra íntima conexión. Así que, a primera hora de la mañana, como teníamos el día libre debido al ataque del día anterior, fui al encuentro de Bakugou con una sonrisa, dispuesto a ir junto a él para decirles a nuestros amigos todo lo ocurrido.

Después de todo, lo único que ellos sabían era nos habíamos peleado cuando llegábamos del USJ, pero que nos habíamos arreglado antes de terminar el día. No sabían nada acerca de lo maravilloso y complicado que había ocurrido.

- Mentir es para cobardes – respondió seguro de sí, como siempre. Lo miré contorneando los ojos sin entender. – Reservar información personal para uno mismo, no es mentir – aclaró entonces.

No podía acordar del todo con esa afirmación.

- Sería mucho más fácil si solo vamos y les contamos a todos como es la situación. – intenté persuadirlo.

- ¿Qué clase de hombre busca el camino fácil? – me replicó altivo.

- ¿Qué clase de hombre le miente a sus amigos? – le rematé.

- No es mentir – me contestó cruzando sus brazos. – No tiene por qué ser el asunto de nadie más lo que ocurre entre nosotros – masculló.

- ¿Y qué sucedería si nos preguntan? – le respondí.

Bakugou lo pensó por un segundo, y tan terco como es, me sorprendió un poco su respuesta.

- Si alguno pregunta, entonces sí, les diremos la verdad – dijo casi a regañadientes. Luego a agregó con una sonrisa entonada – No es como si ellos fueran sospechar nada

Lo dijo como si fuese un desafío, y yo estaba preparado para superarlo. Pero tendría que haber adivinado que las cosas no serían tan fáciles.

En dos semanas ninguno de nuestros amigos parecía enterado de nada. Y no podía decir que estaba enojado con ellos por eso. Cuando estábamos con todos, la actitud de Bakugou era diferente a que cuando estábamos los dos solos.

Las sonrisas que compartíamos eran diferentes, no tenían esa pizca de dulzura que compartían conmigo en algunas ocasiones. Los silencios no eran iguales, no se sentía esa tranquilidad cargada de electricidad que existía cuando no había nadie más que nosotros. Y ni hablar del contacto físico, de caricias insospechadas, estar unidos siempre en algún lugar y escasas pero espectaculares sesiones de besos que aceleraban mi corazón hasta lo imposible, pasábamos a cero contacto en absoluto.

Luchemos JuntosWhere stories live. Discover now