Capítulo 5 - La Fogata

773 159 47
                                    

 - Vamos, por favor – suplique una vez más.

- No.

- Dale, va a ser muy divertido – volví a insistir.

- Lo dudo

- Todos van a ir – Agregué

- Más razones para no ir

Era el fin del tercer mes desde que habíamos llegado. Una vez al mes todos en la academia teníamos un día libre, como un fin de semana se podría decir. No era siempre así, como sucedió los dos meses anteriores, ya que dependía bastante de las actividades y la situación del mundo en general. Por lo que era una situación muy especial que había que aprovechar.

Es por eso que había una costumbre en la U.A, que el primer día libre de cada año todos los reclutas se juntaban en una fogata a comer carne, beber y hablar. Nada descontrolado, por supuesto. Pero era una oportunidad única que presentaba está academia, en ese momento y en ese lugar, y había que utilizarla.

Yo, al igual que el resto de las personas en la unidad, estábamos muy emocionados. Bueno. La mayor parte de la unidad, porque había cierto rubio malhumorado que se negaba rotundamente en asistir.

Y en eso me encontraba, intentando convencer a Bakugou que ir a la fogata era una buena idea.

- ¿Por qué no quieres ir? – le pregunté

- PORQUE NO QUIERO – me gritó, cansado de mi insistencia. Levantó su bandeja y se fue.

Suspiré.

Mis amigos que aún estaban en la mesa cenando vieron toda la situación sin decir nada. Estaba seguro, que al igual que yo, ellos no entendían cual eral la razón por la que Bakugou no quisiese ir.

-¿Por qué...? – comenzó a preguntarme Mina

- No lo sé – dije con cansancio. – Sé que no le gusta estar con mucha gente, pero no tiene por qué hablar con todos. Estaría con nosotros.

- No, eso no – me dijo Ashido. – Tampoco entiendo porque Bakugou no quiere ir. Pero lo que quiero decir es, ¿por qué te importa tanto que asista?

- Porque estoy seguro que va a arrepentir si no lo hace – le dije, aunque mi tono de voz no fue tan seguro como pretendía.

- No estaría muy segura de eso – me dijo ella sonriendo.

- Lo sé. – Le dije. –Sin embargo, también sé que si va, todo va a ser mucho más divertido. Puede que no se arrepienta al no ir, pero tampoco se arrepentiría de ir.

- ¿Estás seguro? – me preguntó

- Totalmente – dije. – Bakugou tiene que ir

Tras decir eso, ella me sonrió y no hizo más preguntas. Nos unimos a la conversación con el resto de las personas en la mesa. Quienes habían decidido ignorar la salida dramática del rubio, y seguir cenando tranquilamente.

Ya en la noche. Todos estábamos cansados, como casi todos los días. Así que nos fuimos a dormir rápidamente.

En mi cama gire para enfrentarme a Bakugou. El chico siempre era el último en aparecer en la habitación, pero el primero en dormirse.

No podía dejar las cosas así.

- ¿Bakugou?– susurre muy bajito. Sin respuesta, ¿estaría ya dormido? – Bakugou – volví a intentar un poco fuerte. – Bakugou, Bakugou.

- ¿Qué? – me dijo también susurrando mientras se daba la vuelta para mirarme.

Se veía lo suficientemente cansado como para no poder fruncir el ceño, pero aun así bastante irritado.

Luchemos JuntosWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu