Capítulo 1 - Llegando

1.5K 169 37
                                    


Lo único que podía ver era la tierra que flotaba suspendida sobre la ruta. El sol del horizonte estaba en sus últimas horas cuando apareció el vehículo que iba a llevarme a mi próximo destino.

Levante mi pesado bolso por arriba de mi hombro cuando el transporte se acercó lo suficiente. Lancé una corta mirada a la pequeña ciudad de donde había pasado casi toda mi vida.

No había nadie para despedir. La única persona que realmente me importa de ese lugar era mi mejor amiga, Mina Ashido, pero ella ya se había ido al campo de entrenamiento la semana pasada. Pude haberla acompañado, pero por alguna razón quise quedarme el mayor tiempo posible.

No era porque iba extrañar mi ciudad, menos aún a las personas (que, aunque amables, no eran nada para mí), ni que me arrepintiera de mi decisión de ir a servir al ejército y entregar todo por mi país, al igual que mi héroe.

Sino que sentía que tenía que decirle adiós apropiadamente.

Así que, dando mi último vistazo, me adentré al medio de transporte que me llevaría a mi futuro sin mirar nunca más atrás.

Elegí una de las últimas hileras de asientos para sentarme. Ahí en el fondo no tenía que preocuparse por el resto de los pasajeros. Mi viaje era largo así que, con la música lista para el trayecto, me relaje en mi lugar.

Me quede mirando por la ventana a los paisajes transcurrir a medida que avanzábamos, pasaron grandes y pequeños pueblos, en todos ellos sus habitantes se encontraban realizando sus tareas. Algunos más felices, otros más tristes, pero yo solo podía pensar en la ignorancia de los ciudadanos de los lugares que observaba. Ignorantes de todo lo que los rodeaba, y de lo que había más allá de la casa de cada uno.

Japón estaba en guerra. Una guerra cruel y dura que cada vez se hacía más grande, involucrando a más países y a más vidas. Siempre luchando por quién tiene más, devastando a su paso a los que tienen menos.

Aunque yo tampoco estaba en la posición de recriminarles mucho. Después de todo, yo también viví de esa ignorancia. Al recordar mi antiguo pueblo, y la falsa tranquilidad con la que solía vivir me entristecí, en el pasado mi cobardía había causado grandes daños. Mi vista se ensombreció. Me vi en el reflejo del vidrio, desde mi pronunciada mandíbula, a pasar por mi nariz y terminar en mis ojos rojos, que se iban oscureciendo junto a mis pensamientos. Pase mi mirada hacia el reflejo de mi cabello, que se encontraba rojo y radiante. Sonreí al verlo

"Es verdad" me dije "al menos estoy cambiando, intentando hacer algo".

Pase una mano por mi rojo cabello feliz de haber conseguido suficiente tintura para mantenerlo así durante mi entrenamiento, aunque un poco decepcionado de no fuera a ser posible el tenerlo en punta como tanto me gustaba. Así que tenía que conformarme con llevarlo en una cola de caballo.

Habría muchas cosas a las cuales tendría que acostumbrarme, no solo mi cabello. Ya que, mi vida en el campo U.A iba a significar muchos cambios. Después de todo ese lugar es el mejor y mayor regimiento de entrenamiento conocido para la formación militar, logró formar a una gran cantidad de reconocidos soldados. Entre ellos la persona que más admiro, un soldado cuyo nombre en batalla era Crimson Riot, lo que me animo a unirme a mi amiga el día que reclutaban voluntarios.

Estaba entusiasmado en participar en los entrenamientos para prepararme y poder lograr un cambio en esta atroz guerra. Para que todos puedan seguir viviendo sin que su tranquilidad sea destruida. Pensando con optimismo me deje llevar con fantasías de mis futuros actos heroicos. Aunque para ese momento, no me había dado cuenta de lo ingenuo que era, y ni siquiera había pensado realmente con las personas que me iba a encontrar y luchar.

Luchemos JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora