Love of the Million - Markhyuck

CAPITULO 16

Sungchan caminaba por los pasillos de aquel super mercado con Shotaro a su lado.

- ¿Qué debería llevar?

Shotaro sonrió arrugando su nariz.

- No lo sé, ¿Papel higiénico?

Sungchan rió.

- Jamás es suficiente ¿Verdad? Y tengo la impresión de que Haechan también regalaría algo así.

- Yo también lo creo, así que llevemos mucho.

Ambos se sonrieron con complicidad, como dos pequeños niños haciendo una travesura, compartiendo ese tierno momento.

Después de pagar y acomodar el papel higiénico ambos entraron al auto, Shotaro lo dejó conducir.

- Sungchan, ¿Deberíamos llevar algo de comer?

Asintió.

- Sí, creo que sería bueno, ¿Qué quieres comer?

Shotaro meditó.

- ¿Unos bocadillos? Esos que son panes pequeños con lechuga, una carne fría y verduras, podemos comprar vino también.

Sungchan lo miró divertido, pero en cuanto vió que Shotaro lo decía en serio su sonrisa se borró.

- Oh... Era en serio - apretó los labios - ¿No comen hamburguesas?

Shotaro negó.

- Pero siempre podemos intentarlo, también cervezas.

Sungchan le sonrió.

- Pues solo si estás cómodo con ello, si no podemos ir a buscar lo que tú quieras.

Shotaro lo miró unos segundos, puso su mano sobre la de Sungchan que estaba descansando sobre la palanca de velocidades y sonrió.

- Quiero intentar, todo lo que tú haces.

Sungchan sonrió, miró sus manos y después miró el rostro precioso de Shotaro.

Su corazón latía fuertemente en su pecho, ese deseo de probar sus labios se hizo presente, en verdad deseaba hacerlo.

Shotaro mordió su labio inferior y eso fue el detonante para su cordura.

Se inclinó y eliminó la distancia entre sus labios, sentía como la emoción crecía por todo su cuerpo, los labios del más bajito se convirtieron rápidamente en su perdición.

Ambos movían sus labios en perfecta sincronía, disfrutando de ellos, saboreandolos y sacando a relucir todo aquello que se habían guardado durante un tiempo.

Cuando se separó sonrió grandemente al ver el gran sonrojó de Shotaro, ahora lo miraba con una timidez que lo volvió loco.

- Tenía mucho tiempo que quería hacer eso - admitió dándole otro pequeño beso.

- Lo hubieras hecho desde el principio.

Sungchan alzó las cejas.

- Bueno, tú también podrías haberlo hecho si yo no tenía el valor.

Shotaro sonrió.

- Bueno, entonces lo haré ahora mismo.

Shotaro le dió un pequeño beso en los labios y sonrió bobamente.

Ambos sentían la felicidad recorrerlos, ambos se sentían muy bien por al fin haber sido valientes.

Y seguirían siendolo, ya que aunque todo parecía bonito en ese momento, tal vez no siempre iba a serlo.