CAPITULO 31

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Frustrado, sí, esa era la palabra correcta para describir como se sentía.

Aún no entiende como es que el tiempo pasaba tan rápido, apenas en un parpadeó.

En resumen, Mark entró a la universidad y estaba más ocupado que nunca, podía verlo un par de veces a la semana y lo extrañaba con locura.

Jeno se había vuelto loco, no había otra explicación para su comportamiento. Desde aquella mentira su esposo se había vuelto más atento y detallista, el sueño de cualquiera, inclusive el suyo si no fuera por qué estaba profundamente enamorado de Mark.

Las cosas con la fundación seguían bien, seguía trabajando y en las mañanas mientras iba a la escuela a veces tenía la fortuna de ver a Mark aunque sea a lo lejos.

Lo extrañaba, el tiempo con él jamás era suficiente.

Así pasaron un par de meses y sí, estaba más frustrado cada día.

En ese momento mientras iba subiendo por el elevador rogaba que su esposo estuviera ocupado, pero la vida, que ya le había demostrado que lo odiaba, arregló su encuentro con él.

- Hola cariño.

Saludó cuando entró, Jeno despegó la vista de la computadora y sonrió.

- Hola, te ves precioso, como siempre.

Trató de sonreír ante el cumplido y se acercó a darle un pequeño beso.

- Ya terminé todo, ¿Quieres que comamos juntos?

Jeno lo jaló para que se sentara en sus piernas y lo rodeó con sus brazos.

- Oh lo siento cariño, hoy no podré, tengo mucho trabajo.

Hizo un puchero pero en realidad se sentía feliz, podría ver a Mark.

- Ya veo, está bien, te veré en la cena.

Su plan era huir tan rápido como sus piernas de lo permitieran, pero no pudo, Jeno lo sostenía fuertemente y después de solo unos segundos comenzó a besarlo.

No le molestaba, estaba acostumbrado pero... Si le incomodaba que últimamente las manos de Jeno no podían quedarse quietas.

Se apartó ligeramente tratando de sonreír tímido.

- Espera Jeno, estamos en la oficina.

Su esposo sonrió y dejó un sonoro beso en su mejilla.

- Tienes razón, podemos dejarlo para en la noche.

Sintió un escalofrío.

Aún no había tenido intimidad con Jeno y esperaba no tener que tenerla pero... Se supone que si ambos estaban enamorados no había razón para que no ocurriera ¿Verdad?

Su corazón se estrujó de solo pensarlo, ¿Cómo podría ver a Mark después de eso?

No tendría rostro para hacerlo, así que inventaría algo.

- Por cierto, esta noche invité a los chicos a casa, después de que se vayan podemos divertirnos un poco.

Jeno sonrió y asintió.

- Entonces te veré en casa.

Otro pequeño beso marcó la despedida, salió de la oficina y enseguida mandó un mensaje al grupo que compartía con sus amigos.

Le pidió a Sungchan ir lo más rápido posible a casa de Mark, subió la escaleras emocionado y tocó insistentemente la puerta.

Mark abrió unos segundos después y en cuanto lo vió se abalanzó sobre el para besarlo.

Love of the Million - MarkhyuckWhere stories live. Discover now