CAPITULO 18

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Jeno cerró los ojos cansado, apenas eran las seis y su cabeza estaba por estallar.

Suspiró, tenía trabajo pendiente aún pero ya que saldría tarde por la noche podría darse un descanso.

Se puso su abrigo y después de avisarle a su secretaria salió de ahí, por primera vez en su vida tenía ganas de tomar aire, de caminar solo unos momentos.

Entró a una cafetería a unas calles de la oficina, se sentó y pidió un chocolate caliente, él clima cada vez era más frío y realmente odiaba eso.

Miró su teléfono, leyó algunas noticias y fue en ese momento donde se dió cuenta que realmente no tenía a nadie con quien hablar.

¿Debería estar triste?

Su madre siempre le dijo que los amigos solo quitaban el tiempo y tal vez tenía razón, ahora mismo no estaba haciendo nada en vez de estar trabajando.

Tal vez debería regresar.

Dió un par de sorbos más a su chocolate caliente, la cafetería estaba relativamente vacía, es una pena que su conciencia no lo dejara quedarse.

Estaba por terminar su bebida cuando un conocido que no estaba precisamente encantado de ver se sentó frente a él.

- Últimamente te encuentro donde sea - Jaemin le sonrió.

Él también sonrió y se odió por hacerlo.

- Sí, que coincidencia.

Jaemin le habló al mesero y pidió, no lo invitó a qué se sentara, ni a qué se quedará con él, así que su conciencia podía estar limpia ¿Verdad?

- Alguien dijo, en un libro, una película o un drama, no recuerdo - se alzó de hombros - Qué demasiadas coincidencias se vuelven destino.

Se quedó helado, incluso sintió su alma caer a sus pies, ¿Jaemin quería decir qué...?

- Haechan me contó que no tienes amigos - hizo un puchero - ¿Sabías que también hay amigos destinados?

Ah, se refería a eso. Suspiró aliviado.

- No creo en el destino, creo que yo lo forjo.

Jaemin apretó los labios.

- Que aburrido, pero respetable.

Jeno alzó las cejas.

- ¿Tú crees en el destino?

Jaemin asintió.

- Creo que hay personas que llegan a tu vida por algo y que hay cosas que suceden por qué si.

- Interesante punto de vista, muy romantizado pero interesante.

Jaemin sonrió.

- También creo que puede ser la excusa perfecta para las decisiones que tomamos.

Jeno rió.

- La huida de los cobardes.

Jaemin lo miró unos segundos sin cambiar su expresión.

- Tu también eres muy interesante.

Tal vez era momento de parar, no comenzaba a ser bueno para su cabeza estar ahí con él, iba a terminar por hacer algo estúpido, lo sabía.

- Y... ¿Estás aquí por negocios?

Jaemin lo miró divertido.

- Estoy aquí para tomar un café, creo que al menos eso se hace aquí ¿No?

Jeno sonrió, sintiéndose completamente estúpido.

- Sí, bueno...

- La verdadera pregunta aquí es ¿qué haces tu aquí?, Señor Presidente.

Love of the Million - MarkhyuckWhere stories live. Discover now