CAPITULO 37

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- Bien, déjame ver si entendí - comenzó Yangyang - Vas a decirle a Jeno que le eres infiel, trataras de arreglarlo y luego hablaras con Jaemin de nuevo ¿Verdad?

Sonrió y asintió.

- Cuando lo dices así suena muy sencillo, pero realmente mientras más lo pienso siento que mis piernas comienzan a temblar.

Shotaro le sonrió cariñosamente mientras Yangyang le sonreía burlón.

- ¿Mark? ¿Qué piensa de esto?

Preguntó Shotaro.

- Él me apoya, incluso me dijo que si quería, él podría acompañarme con Jeno.

Yangyang sonrió aún más.

- Si es así, va a estar buenísimo el chisme.

Los tres rieron.

- Obviamente no, no voy a llevarlo.

Yangyang hizo un puchero decepcionado.

- Bien, ¿Cuando vas a decirle?

Tragó, ojalá y no tuviera que hacerlo pero pensar en Mark le daba fuerza.

- El sábado, sé que ve a Jaemin los domingos también así que... El sábado.

Shotaro le sonrió enternecido.

- Eso es lindo, y aunque no hiciste las cosas completamente bien desde el principio vas por buen camino.

Sonrió agradecido a su amigo.

- Taro tiene razón, estamos orgullosos de ti y tienes nuestro apoyo.

Sí, a veces eran un poco idiotas, sobre todo Yangyang pero aun así eran los mejores amigos que podía haber encontrado.




Salió de la cafetería, caminó rápidamente por la universidad para ver a Mark antes de su siguiente clase, ese día en particular lo extrañaba mucho.

Su teléfono sonó y maldijo, era Jeno.

- Oh cariño ¿Qué sucede?

- ¿Dónde estás?

- Voy camino al estacionamiento para irme ¿Porqué? ¿Quieres que comamos juntos?

- Sí, entonces te veré en el estacionamiento en... ¿Quince minutos? Es que tengo que hablar con un profesor ¿No hay problema?

¿Quince minutos? Más que suficiente.

- Sí, te veré enseguida.

Colgó, sí tenía tiempo y después tendría que correr al otro lado de la universidad pero no importaba.

Siguió caminando hasta que encontró al fin a Mark.

- Sigo sin ver a nadie acompañándote, voy a comenzar a pensar que estás libre.

Mark le sonrió.

- Bueno, mi novio no está por ningún lado así que... Tal vez podría jugar un poco contigo.

Miraron al rededor donde había algunos estudiantes, tenía muchas ganas de besarlo, que Mark lo tomara en sus brazos y sentirse cerca de él.

- Bueno... - se mordió el labio - Se donde hay un cobertizo de limpieza, ¿Me acompañas a buscar una escoba?

Mark comenzó a reír.

- Espera, no puedo seguir con el juego - siguió riendo. - ¿Para que querrías una escoba?

Se alzó de hombros avergonzado.

- No se me ocurrió nada más y tengo quince... Tal vez diez minutos valiosos así que... Vamos.

Love of the Million - MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora