💞 Amor y ¿caída? 💍

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Ahre, el último especial!
Bueno, ahora sí quiero cerrar todo este fic, así que no más especiales.
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Cuando Agust terminó con el asunto de Jeon, salió sigilosamente de la mansión. Su destino era el último sótano del edificio de Kitty, el cual servía para realizar torturas a los traidores. Era un piso sombrío y helado, inclusive, los encargados de limpieza aseguraban que se podían oír los gritos de las víctimas que murieron ahí. En ese tenebroso espacio, se encontraba su hermoso novio, quien quiso encargarse personalmente del soplón, quien fue descubierto gracias a Gucci Gang.

Kitty no se quedaría con los brazos cruzados. Él quería venganza. Y, bueno, si no se le permitía acabar con Jeon, lo haría con el otro traidor.

—Vaya, vaya, vaya —dijo con su voz dulce y meliflua, como si cantara una inocente canción infantil— ¿A quién tenemos aquí? Mmm... ¡A Jeongyeon! —Rio, causando una sacudida de terror en su víctima, quien estaba amarrada a un silla de metal. —¿Creíste que te saldrías con la tuya? —Jeongyeon agitó su cabeza con brusquedad, intentado decir "no". —¿No? Entonces... —su voz cambió de golpe, dejando de soñar juguetona. Parecía que el mismo demonio se había apoderado de él para expulsar toxicidad en sus palabras— ¡¿por qué mierda vendiste mi puta información?!

—Yo... Señor Kitty... —intentó articular con miedo. Su cuerpo no dejaba de sacudirse, quería orinarse en sus pantalones, ya no aguantaba todo eso.

—¡¡¡CÁLLATE!!! —le gritó el pelirrosa, a punto de clavarle unas navajas en el abdomen. Sin embargo, alguien llegó a interrumpirlo.

—Hola, Kitty, ya me encargué de Jeon —saludó Agust, como si ingresara tranquilamente a su casa.

Kitty sonrió y fue a besar a su novio.

—Gracias, amor —dijo con su voz dulce—. Ahora me estaba encargando de este estorbo.

El rubio notó a la joven aterrada en la silla, pero decidió ignorarla, pues quería hablar de algo serio con su pareja. Kitty lo notó enseguida; conocía muy bien a su chico y sabía cuando algo lo preocupada.

—¿Pasa algo? —le preguntó.

—¿Te casarías conmigo? —le preguntó Agust de golpe, descolocándolo. Él no esperaba esa clase de propuesta y menos en un momento como ese.

—¿Por qué tan de repente? —preguntó con el semblante serio.

—Jeon dijo...

—Ese puede decir babosadas —lo interrumpió, acercándose para rodear su cuello con sus brazos—. Sabes lo que siento por ti y, si nos casáramos, lo nuestro no cambiaría en nada. Ninguno de nosotros se sentiría cómodo si compartimos bienes, a parte de nuestro hogar, así que lo haríamos por bienes separados. Sin embargo, ¿no sería exactamente lo mismo a lo que tenemos ahora?

—Si nos casáramos, llevarías un anillo de diamantes y oro en el dedo. Serías mío y sería tuyo a la vista de todos —confesó Agust, mirando a los ojos de su pareja—. Quiero poder gritarle al mundo que estoy atado a Kitty Gang —susurró, mostrando un lado que solo aparecía cuando estaban a solas.

—¿De verdad quieres eso? Sabes que no sería fácil...

—¡Quiero hacerlo! Quiero que nos casemos. —Sujetó sus pequeñas manos. —¡Cásate conmigo!

—Ay, Agust —suspiró Kitty—. Si algo sale mal, diré "Te lo dije", pero... sí, acepto. Me casaré contigo.

Agust sintió que su sueño finalmente se hacía realidad, tendría a su lado al hombre más tierno y sexy de todo Asia. Sabía que sería un lío ordenar sus documentos, mas no le importaba. La felicidad que lo invadía era demasiada, sentía que podría lograr lo que sea, sentía que volaba y nadie podría reventar su burbuja.

—¡Te amo! —exclamó, apresando el cuerpo de su novio entre sus brazos. Luego, besó sus labios, como si no estuviesen con una testigo que se meaba del miedo— ¡Salgamos a celebrar!

Para ese momento, Kitty también estaba explotando de emoción. Si su novio era feliz, él también lo sería. Además, sabía que nunca encontraría a alguien como él, alguien que mataría con tal de protegerlo. Sin duda, era muy afortunado.

—Bien, vamos —contestó con una sonrisa. Luego, volteó para ver a su víctima y le envío un beso volado. Sacó su arma del bolsillo y, sin pensarlo dos veces, le disparó en el abdomen. Era un punto específico, el cual le causaría una muerte lenta y dolorosa. Tal vez, podría regresar en un par de horas, para asegurarse de que murió, o, tal vez, podría dejar que los de limpieza tuvieran pesadillas con la chica que tardó una noche entera en morir.

No importaba, de cualquier forma, ya había conseguido su venganza.

"Mini skirts & diamonds"  •DKi // Yoonmin•Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin