"Mini skirts & diamonds" •DKi // Yoonmin•

💋⁶💔

COMENTEN y lograrán la iluminación. 😂

Era alto, fornido y guapo, y eso no le gustaba para nada a Agust, especialmente, porque Kitty se apartó de su cercanía al oír su voz. Además, por supuesto que conocía a Jeon Seagull, pues él personalmente lo había invitado. Sin embargo, por la reacción de su pequeño rival, pudo sospechar que algo más ocurría entre esos dos, y eso le incomodaba

—Señor Jeon —saludó Kitty con una sonrisa—, gracias por invitarme nuevamente este año. —Le guiñó un ojo.

—Un gusto verlo otra vez, Jeon —contestó Agust sin ninguna chispa de emoción.

—¡Qué bien que ya se conocen! —agregó entusiasmado— Qué pena que tenga que interrumpir su encuentro, es que quiero que Kitty conozca a unos amigos míos.

—No se preocupe —añadió el pelirrosa—, ya acabé de charlar con este payaso.

Entonces, se levantó y sujetó a Jeon por el brazo, así, se fueron juntos. La verdad es que Kitty se sentía muy cómodo con su amigo, pues eran algo así como ami-novios. Estaba tan agradecido de que lo hubiera librado de esa situación, sino hubiera acabado acuchillando a Agust ahí mismo o, peor, teniendo sexo con él otra vez.

—Me salvaste —le susurró.

—Sí, noté que perdiste por un momento el control, así que decidí intervenir. ¿Estás bien?

—Nada que un poco de champagne no pueda arreglar. —Sonrió y se detuvo un momento para darle un largo beso en la mejilla a Jeon, uno que no pasó desapercibido por el rubio que dejó solo en la barra.

Ambos sonrieron y se dirigieron a charlar con unos dueños de campos de coca en Perú. Ellos ofrecían mercancía de primera calidad, no solo droga, sino también medicina y bebidas que podrían ayudar a Kitty a entrar en el mercado legal, un deseo muy anhelado por parte de su alma de empresario. Especialmente porque la demanda de este producto en el sector médico se había vuelto muy alta, los pacientes estaban con las intenciones de pagar altas tasas por esta hierba que recientemente se había vuelto legal en Corea. Así, esa larga charla se volvió una nueva puerta para que Kitty ampliara su imperio, dejando atrás a su nuevo rival, Agust D, quien no dejaba de vigilarlo a lo lejos, como un cazador tras su presa.

Luego de un rato, la música se puso algo candente, así que Kitty no pudo evitar entrar a la pista de baile. Junto a él se unieron muchos más, incluso uno tuvo el atrevimiento de sujetarlo de las caderas para que bailaran pegaditos. Como los movimientos del pelirrosa eran sexys y afelinados, el chico no pudo evitar caer ante sus encantos y, en cuestión de minutos, ya estaban saliendo del evento con rumbo al hotel más cercano. Sin embargo, alguien los estaba siguiendo y no estaba para nada feliz.