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Esa noche fue muy fría para ambos. Cuando acabó la película, Kitty ni se despidió de él, solo se fue, escoltado por los mismos hombres de antes. En esa gélida noche, ninguno de los dos tuvo un cuerpo cálido para abrazar, ninguno pudo disfrutar el placer carnal. Sin embargo, sus almas se llamaron a gritos y, cuando el reloj marco las tres de la madrugada, Agust ya estaba dentro del departamento de Kitty.

—Veo que el corte ya sanó —le dijo el pelirrosa, algo adormilado. No obstante, sus ánimo vacilante de encendió cuando unos finos labios atacaron los suyos. Unas manos se colaron entre se bata de Hello Kitty y se la quitaron, dejándolo completamente desnudo.

—Vamos a tu cuarto y ponte en cuatro sobre la cama —le ordenó esa voz ronca que tanto le prendía, así que obedeció.

El rubio se quitó sus prendas de diseñador, mientras caminaba detrás del chico que se puso como perrito sobre su propia cama de plumas. Sonrió cuando notó que su entrada estaba lista y anhelante para su pene, el cual empezaba a cosquillear. Así que, sin perder el tiempo, lo frotó duramente contra aquel trasero, mientras se inclinaba sobre su espalda para dejar besos en ella. Entonces, el cuerpo del menor reaccionó y se empezó a derretir ahí mismo por los atrevidos roces y besos de aquel hombre que tanto odiaba.

—Métalo de una vez, señor D —logró articular sin perder la cordura.

—Para mí, será un placer, cariño.

Así, introdujo toda su hombría en ese rosadito agujero. Junto a ese movimiento, los gemidos de Kitty llegaron e inundaron toda la habitación, en la cual la temperatura había superado los límites. Ambos cuerpos se fueron sumando en un vaivén que inició algo lento, pero, con forme el tiempo avanzado, se intensificaba. Finalmente, todo fue un conjunto de estocadas brutales. Kitty estaba sudando y mantenía la boca abierta para no contener el placer que le causaba esa fuerza que lo penetraba. Mientras, Agust también estaba sudando por la energía que agotaba al darle placer al chico que consideraba su alma gemela; además, por supuesto que lo disfrutaba, pues la presión que sentía en el pene lo excitaba en demasía.

Entonces, luego de una hora, ambos se agotaron y se quedaron dormidos. Y, esta vez, le tocaba a Agust realizar una travesura, así que, cuando se fue, a las seis de la mañana, dejó una nota que podría cambiar todo. En ella decía: "Al fin conozco tu nombre, amado mío. Te amo, Park Jimin".

Cuando el cuerpo de Kitty al fin reaccionó, eran las ocho de la mañana y lo primero que notó fue esa nota. Sin embargo, no la leyó hasta después de desayunar. La consecuencia fue que terminó vomitando todo.

"Mini skirts & diamonds"  •DKi // Yoonmin•Where stories live. Discover now