☄️🪐 ⋯ ━━━ 𝐇𝐎𝐋𝐘 𝐑𝐄𝐕𝐈𝐕𝐀𝐋.
❛ En donde June Quill y Steve Rogers
tienen mucho más en común de
lo que creen. ❜
La perfección es una pulida colección de errores. Todos...
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█▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀▀█ CAPÍTULO NUEVE 🗯️ TODO ESTARÁ BIEN. █▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄█
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▌ Primavera, 1988
La niña Quill poseía una inteligencia diferente a la de su hermano mayor. Aunque no era un secreto para Meredith que todos sus hijos podrían ser excelentes líderes, cada uno tenía un estilo bastante único. Los planes eran de Peter, todo el tiempo; organizaba hasta un día de campo para que fuese inolvidable. Andrew era un cerebro caminante, siempre tenía las mejores ideas, todo el tiempo encontraba la manera de resolver y adecuar las cosas, increíblemente persuasivo y encantador, bastante impresionante para un niño.
Pero June, ella era un tornado, brillante como el sol, su carisma y brillantez destacaban en la habitación más oscura; demasiado segura de sí misma para la corta edad, pero valiente, firme y peligrosamente obstinada. Meredith se la pasaba detrás de ella, cuidando aquella boca suelta y escuchando todas las raras ideas que cruzaban por su pequeña mente.
No era nada sencillo criar a tres hijos, pero cuando dormían, muy seguido todos juntos, se convencía con firmeza que estaba haciendo un gran trabajo.
Y por eso era diez veces más difícil, saber que una masa aplastaba su cerebro, haciéndole pensar que estaba loca si creía que sus hijos estaban bien. Se cuestionaba absolutamente todo, temerosa de descuidarlos y hacerles daño en algún momento, temía ser un peligro para sus propios hijos. Por eso, de algún modo, sabía que estarían bien en el momento en que ella tuviera que partir. Ellos eran muchas cosas, también increíblemente fuertes.
Aunque cada uno tenía su propia cama individual, eran tercos a dormir todos juntos en el dormitorio de su madre. Peleaban, como todos los hermanos, por razones bastante tontas, pero eran unos niños. Incluso, todo mundo le decía a Meredith que extrañaría esas etapas cuando ellos fueran adolescentes; peleaba para no caer en depresión por saber que no llegaría a conocer a sus hijos rebeldes adolescentes.
