CAPÍTULO 30: "Estoy bien"

1.6K 158 29
                                    

Blair Beckham

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Blair Beckham


Me removí un poco de mi cómodo lugar para apagar la alarma que me despertó. Evan sigue durmiendo; me quede admirando su perfecto rostro, ¿cómo alguien así esta con alguien como yo? Quiero decir, debe de conocer a muchas chicas, más bonitas que yo.

En fin.

Repasé con mi vista cada rasgo de su cara, su mandíbula tan perfecta, su nariz, sus labios y su cabello hecho un desastre regado entre su frente cubriéndole los ojos. Muchas veces me pregunto si es real, ¿todo esto es real? Alguien pellízquenme para saberlo.

— ¿Puedes dejarme dormir—sentí vergüenza por un momento.

Sonreí apenada.

—Lo siento —dije sonriendo.

—Si me sigues mirando así me gastarás.

—Lo siento —repetí.

—No hay problema, me gusta —sonrió—, pero no te molestes cuando yo haga lo mismo.

Verlo sonreír es uno de los placeres más grandes que tengo en esta vida, puede verse como algo muy simple, pero con Evan de por medio, no lo es. No es algo muy común en él, es por eso que lo disfruto tanto. Hay algo que no sé como describir lo que me hace sentir, o solo es que no existen las palabras para describir algo con tanta magnitud. Me siento segura y en paz a su lado. Segura de poder mostrarme como lo que soy, tranquila de que se quien está a mi lado. Está bien salir de tu zona de confort, no sabes las cosas maravillosas qué hay fuera. A veces miro hacia atrás y veo como he cambiado, no sé si para bien o para mal, pero lo he hecho.

—Ya lo haces, ¿crees que no me he dado cuenta? —se movió apenado.

Me quite del lugar y decidí levantarme, omití un pequeño detalle, mi pijama quedó descubierta. No me daría pena si no fuera tan infantil. Me miro y comenzó a reírse. Traté de cubrirme con las sábanas de la cama. Dejo las risas a un lado y se tornó serio. Aun no apartaba su mirada de mí, tiene el don de incomodar a las personas. En mi lugar decidí sonreír y acomodar mi desordenado cabello.

— ¿Ti-Tienes clases temprano? —pregunté para que dejara de observarme y se enfocará en otra cosa.

—No, hasta las nueve.

—Hum, muy bien.

Volvió a sonar la alarma de mi teléfono que me avisa que me estoy atrasando y cada vez me queda poco tiempo. Corrí a apagarla, olvidé la pena y comencé a buscar rápidamente la ropa que me pondré. Tomé mis cosas para el baño y entré en el, ignorando a Evan. Ya estando en el baño, abrí la llave del agua y en lo que se llenaba, comencé a desvestirme. Me miré al espejo antes de salir del baño, mis ojeras resaltan más que otra cosa. Nunca he hecho nada para tratar de quitarlas, solo las dejo ser. A estas alturas es lo que menos importa. Baje las escaleras y me encontré a Evan en la cocina, mirando a un punto fijo en la ventana. Lo observé unos segundos más antes de mencionar una palabra.

A las estrellas | Sin corregirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora