CAPÍTULO 18

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Blair Beckham

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Blair Beckham


Estoy parada frente a mi armario observando el desastre de ropa que tengo ahí dentro. Pensé en arreglarlo, pero después me arrepentí. Durante veinte minutos busqué si tenía ropa decente para la cena de hoy con la madre de Sky, no sé qué trame y estoy muy nerviosa por lo que pueda pasar. No tengo vestidos en mi guardarropa; no importa, solo llevaré como normalmente me visto para sentirme cómoda. Y no me interesa si me mira de arriba a abajo por la ropa que me pongo, no me importa, no busco agradarle.

Le platiqué a mi madre de la cena y me dijo que estaría bien convivir con los nuevos vecinos, para ayudarlos a integrarse, aparte de que sus hijos y yo seremos compañeros de escuela. Faltan como dos horas para las nueve, así que me dispuse a observar mis series favoritas, aunque casi no puedo porque me distraigo con algo o simplemente me aburro, y así es como nunca acabo de ver una serie. Rebeca me ha recomendado varias, comienzo a verlas y al cabo del quinto capítulo; me aburre. No quiero ni revisar mis redes sociales, ya no sé con qué nuevo me toparé y si me hará sentir bien o mal. Siempre he dicho que el optimismo es una parte fundamental de mi personalidad, siempre trató de ver cosas buenas en aspectos malos; cuando las situaciones se tornan desagradables, trató de ver algo bueno en eso. Todo tiene un lado malo, pero también bueno, y para encontrarlo debemos atravesar el malo. Y nunca se sabe cuando lo malo termina, ni cuando empieza, o si en realidad tiene un fin o un comienzo.

. . .

Tocar las puertas de las casas se ha convertido en un hábito cotidiano para mí.

Estoy aquí, frente a la casa de Sky, reflexionando sobre por qué rayos vine; y después recordé que Sky me ha pedido que viniera para no dejarlo solo. Toqué el timbre dos veces, y salió la señora Simpson con un vestido color azul marino muy elegante, se ve bastante bien; me arrepentí por llegar tan simple y ordinaria.

Pero si esto solo es una cena, ¿verdad? Demasiado formal, diría yo. No me sorprendería que sea una mamá que obliga a sus hijos a usar trajes elegantes; a vestir con porte. La señora Simpson me miró de arriba abajo y me dio una sonrisa que respondí lo más amable posible. Si bien no me siento muy cómoda estando aquí, lo hago porque Sky me lo pidió, no sé cuál es la razón, pero ha de ser muy importante porque me lo pidió con mucha desesperación.

Saludé a Arlie, y me senté a un lado de Sky quien me dio un "gracias" con la mirada.

—Me agrada que hayas venido. —dijo la madre de los chicos.

—Sí, a mí también —contesté—. Pero, ¿por qué?

—Ah, porque me agradas y me gusta que Sky te tenga como amiga, ¿o hay algo más de lo que no me pueda enterar? —sonrió maliciosamente y yo fruncí mi ceño.

—No, madre. —respondió Sky rápidamente.

—Aún —añadió—. Hice esta cena para que ustedes se conocieran más.

A las estrellas | Sin corregirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora